El ‘escultor’ de las articulaciones

Sus ojos observan las ganas de vivir y las ganas de morir. La lucha y la rendición del ser humano. La alegría y el dolor. Sus manos transforman piezas melladas y fabrican sueños. Unos anhelos que, en muchos casos, se tejen postrados en una cama o en un sofá. También repara ese traspié en la calle o ese resbalón que hizo añicos la muñeca. Por este motivo, siempre supo que debía de saltar alto, muy alto. Quería conseguir su sueño y para ello debía luchar. Y es que asumió la responsabilidad de sanar a cuantas personas se encomendaran a sus preciadas manos.

Jesús Manuel Cortés, o Chuma como le llama todo el mundo desde pequeño, es exquisito y cercano en el trato. Estudió Medicina en la Universidad de Valladolid (UVA) con el objetivo de «intentar mejorar en la medida de lo posible la vida y los problemas de las personas», confiesa. Dentro de la profesión, se colocó la bata de traumatólogo. «La decisión vino tomada por el interés por el deporte y la idea de que el movimiento, la función y la ausencia de dolor es una necesidad imprescindible para llevar a cabo nuestros objetivos», agrega el vallisoleno de 32 años.

Tras licenciarse, se trasladó a Oviedo, donde hincó los codos para alcanzar una buena posición y conseguir la especialidad con la que siempre soñó. Más tarde, con su deseo bajo en brazo, regresó a su ciudad natal para trasladar el conocimiento aprendido en todos estos años a una sala de operaciones. Lo hizo en el Hospital Clínico Universitario hasta el quinto año, ya que decidió completar su formación con una rotación en el Taipei Chang Gung Memorial Hospital en Taiwán, donde se centró en la cirugía reconstructiva de cadera y rodilla. «Fue una experiencia muy provechosa porque estuve en contacto con otras maneras de entender la cirugía, así como otra cultura muy diferente», expone. Su último eslabón antes de saltar al mercado laboral fue la clínica Cemtro de Madrid. En ella acabó el MIR y en la actualidad es cirujano ortopédico y traumatólogo, especialista en medicina deportiva y miembro de la Unidad de Rodilla y Cadera.

Su día a día en la consulta lo compagina con la fundación Pedro Guillén. En esta institución trabaja en varios proyectos centrados en la medicina regenerativa del aparato locomotor. Cortés es un firme defensor de que en futuro cercano, sin obviar las prótesis o sustitutos articulares mecánicos, hay que apostar por la utilización de la célula como medicamento, sustituto o regenerador. Dentro de este ámbito, centra sus esfuerzos en la posibilidad de regenerar el cartílago mediante terapias biológicas. En esta línea, su equipo está desarrollando un trabajo basado en la posibilidad de cultivar el cartílago, multiplicarlo y reimplantarlo en zonas lesionadas, explica. «Tomaríamos una muestra para tener la posibilidad de congelarlo y usarlo si fuera necesario». También trabaja junto con los doctores Sanz Zapata y Colmenero en el estudio de la optimización del punto de inserción femoral en los moldeamientos del ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Jesús Manuel Cortés es un apasionado de su trabajo. Madruga mucho y se acuesta muy tarde. La mayor parte del tiempo lo pasa en la clínica Cemtro, donde compagina la actividad científica con la asistencial. Tiene cuatro días a la semana quirófano y consulta. El tiempo que le resta lo dedica al deporte, sobre todo a correr, ya que le ayuda mucho tanto física como mentalmente, a leer novelas, a ver series de televisión, entre otras aficiones. El fin de semana es para su familia y para el descanso.

Para el doctor vallisoletano, en España hay mucho potencial: «Tenemos el talento y la actitud necesaria para innovar e investigar, pero en muchos momentos pasa a un segundo plano por la necesidad de resultados inmediatos y la falta de paciencia, así como por la necesidad de cubrir nuestras necesidades económicas con actividades más lucrativas», reflexiona.

Además, considera que los jóvenes son, sin duda, uno de los sectores más perjudicados por la crisis económica. Como también lo son, en su opinión, los padres de familia que debido a la recesión no son capaces de llegar a fin de mes. «No sólo ellos, sino los que dependen de ellos», apostilla, antes de comentar que «los jóvenes, aunque no vivamos nuestro mejor momento, tenemos la virtud de la juventud, la fuerza y el ánimo para seguir adelante y remontar casi cualquier situación».

Cortés es portador de esperanza y siempre tira de positividad para enfrentar cualquier situación. Piensa que España es puntera en el campo de la medicina y pone como ejemplo el MIR, un «gran modelo», donde los residentes se forman, mientras colaboran en la salud de la sociedad. En cuanto a la necesidad de que las administraciones públicas den ese espaldarazo al talento, incide en que la necesidad de resultados a corto plazo «repercute negativamente» en la inversión en innovación en medicina y en cualquier otro tipo de ciencia.

Destaca que la sociedad sí que agradece la innovación puesto que, tal y como señala, se traduce en mejores resultados en la atención, el desarrollo y el entrenamiento en nuevas y diferentes técnicas que repercuten «positivamente» en las gentes y éstas «de forma consciente o inconsciente» lo agradecen.

El doctor vallisoletano es un alumno muy aplicado que aprende de los profesionales que le rodean. Ostenta el título de ser el cirujano más joven de esta clínica madrileña (centro FIFA). Aunque en su hospital se operan grandes astros del balón, aún no ha tenido la posibilidad de intervenir a ninguno. Eso sí, confiesa que operó una fractura de tobillo a Ivonne Reyes.