Diario de Valladolid

ZAMORA

Que la Semana Santa no te toque el corazón

La cofradía del Santo Entierro será la primera de España en desfilar este año con tres desfibriladores bajo los pasos para incrementar la seguridad de quienes participan en la procesión y de los miles de espectadores

Un cofrade aprende primeros auxilios para poder socorrer a un compañero durante las procesiones de Semana Santa.-M. DENEIVA

Un cofrade aprende primeros auxilios para poder socorrer a un compañero durante las procesiones de Semana Santa.-M. DENEIVA

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Jose Luis Cabrero

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La próxima que se celebre en Zamora lo será. Será una Semana Santa cardiosaludable y no porque se vayan a reformular las aceitadas, se tenga intención de reducir el consumo de alcohol o se pretenda eliminar el jamón y los huevos del tradicional menú del domingo de resurrección. Será buena para el corazón porque la cofradía del Santo Entierro incorporará en su desfile del viernes santo tres desfibriladores bajo los pasos. Es una iniciativa pionera, única en España, según explica el abad de la cofradía, Juan Carlos Vara, y motivada por la necesidad de incrementar la seguridad tanto de las personas que participan en la procesión como de los miles de espectadores que se acumulan en las aceras a lo largo de todo el recorrido.

Las cifras avalan la adopción de estos equipos sanitarios destinados a analizar el ritmo cardíaco, identificar las arritmias mortales y administrar una descarga eléctrica para restablecerlo. La procesión mueve cada año a cerca de 4.500 personas en el interior del desfile, contando a los hermanos de fila, los cargadores, el personal de organización y las autoridades que participan en él. Cuando toda la procesión está en la calle tiene una longitud de casi dos kilómetros y parte la ciudad en dos. El paso del desfile procesional por delante de un punto estático se prolonga durante una hora y media aproximadamente y pasos y cofrades permanecen en la calle desde las 4,30 a las 11,30 horas. Las lipotimias es algo a lo que los organizadores de la procesión se enfrentan con cierta frecuencia: 19 casos en 2014, 12 al año siguiente, cinco más en la pasada Semana Santa.

La empresa Proyecto Salvavidas es la que este año cede el uso de los desfibriladores durante la procesión, según explica Montserrat, González Canillas, enfermera e instructora de desfibriladores. Los tres aparatos, con un tamaño similar al de una caja de zapatos y tres kilos de peso, se distribuirán en sendos pasos, situados en la cabeza, en el medio y en la cola del desfile procesional «con un radio de acción de cuatro minutos, y la creación de un espacio cardioprotegido». Se colocarán en una pequeña repisa que hay en el interior a la que se puede acceder fácilmente y donde los cargadores colocan habitualmente el agua y los alimentos que portan durante la procesión. «No hay ningún peligro de que se dañe el aparato porque el paso tiene un movimiento suave y pendulante que no le afecta y tampoco se modifica de ninguna forma ni la estructura interna del paso ni la organización que tienen los cargadores», añade.

El acceso al mismo dentro del paso es rápido e inmediato. «Dentro del paso van entre 32 y 36 cargadores, que dos de ellos dejen de soportar el peso para llegar hasta el desfibrilador y facilitárselo al personal cualificado en caso de que sea necesario no afecta a la carga».

Los desfibriladores que utilizará el Santo Entierro en la procesión del próximo viernes santo son modelos de Desfibrilación Externa Semiautomática (DESA) que se pueden convertir en aparatos de Desfibrilación Externa Automática (DEA) si la situación lo requiere, explica Montserrat González. La diferencia entre uno y otro, añade, es que en el DEA, es el aparato el que lleva a cabo todo el proceso de recuperación incluida la descarga eléctrica, con lo cual el usuario sólo tiene que encenderlo y seguir los pasos que indique el modelo y, en el caso del DESA, hay que apretar el botón de desfibrilación.

Aunque la utilización de este tipo de sistemas sanitarios es relativamente sencillo, requiere de una formación específica por lo que sólo Montserrat González y tres médicos que van integrados en la procesión harán uso de los aparatos. 50 personas, todas ellas celadores que van por el medio de la procesión y repartidos en grupos de tres en cada paso, han recibido un curso de soporte vital básico impartido por instructores acreditados, en el que se les ha dado a conocer también el plan de evacuación y emergencias que la cofradía activó en el año 2014 y que mantiene vigente desde entonces. Ellos serán los encargados de llevar a cabo los pasos previos para atender cualquier emergencia y de «crear un entorno seguro para el paciente».

Juan Carlos Vara señala que lo que se persigue, en definitiva, es «facilitar el trabajo a los profesionales, optimizar los recursos y tener diseñada la coordinación entre todos los servicios, conociendo las vías de evacuación en caso de que fuera necesario». En este sentido, los responsables de la cofradía estiman que, ante una situación de emergencia, «es más rápido que una persona que va dentro de la propia procesión pueda empezar a actuar y a atender esa emergencia mientras se esperan los servicios sanitarios». Se calcula que se pueden ahorrar en torno a doce minutos a la hora de iniciar la atención.

La incorporación de desfibriladores en la procesión es un elemento más del plan de emergencia y evacuación que incluye también la existencia de botiquines en cada uno de los doce pasos que salen con la procesión del Santo Entierro, la colocación de camillas bajo los mismos, con sistemas de sujeción que tampoco afectan a la estructura del patrimonio artístico, y la creación de grupos de primeros auxilios dentro de la cofradía.

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