Diario de Valladolid

SORIA

Los ‘coach’ que logran el 100% de aprobados

El colegio Escolapios orienta su aprendizaje a través de metodologías activas y supera en Lectura y Matemáticas a Finlandia.

Alumnos en las instalaciones del colegio Escolapios en Soria.-ÁLVARO MARTÍNEZ

Alumnos en las instalaciones del colegio Escolapios en Soria.-ÁLVARO MARTÍNEZ

Publicado por
Estibaliz Lera

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En la era de las nuevas tecnologías ya no será necesario saberse la lista de los reyes godos o memorizar numerosas fórmulas de cálculo de áreas y volúmenes para ponerlas en práctica en un listado de problemas de dicho tipo. La escuela debe enseñar a discriminar entre la ingente cantidad de información disponible y a desenvolverse en nuevos escenarios. Ahora ya no se trata sólo de que se adquiera conocimiento, porque lo importante no es tanto lo que se sabe sino lo que sabe hacer con lo que se sabe.

Parece que España está lejos de ese modelo. Sin embargo, hay centros que despuntan y logran superar a la admirada y deseada Finlandia en Lectura y Matemáticas y quedarse a la par en Ciencias. Uno de ellos es el colegio concertado Nuestra Señora del Pilar, de los Escolapios, en Soria. En sus clases no hay repetidores y el 100% de sus alumnos obtienen el graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Pero ¿cómo se puede lograr esos resultados en un país con una de las cifras de abandono escolar prematuro más altas de Europa?

Óscar Abellón, director del colegio desde 2004, desvela la fórmula del éxito: «El profesor ejerce de coach. Ya no es la persona que lo sabe todo y se lo trasmite a sus alumnos, sino el guía que orienta su aprendizaje y, a través de metodologías activas, consigue que aprendan, sientan curiosidad por hacerlo, consideren útil aquello que estudian y sean capaces de aplicarlo a otros contextos». Y es que, en su opinión, el quid de la cuestión radica en el esfuerzo, ya que sin él es imposible que haya resultados.

Pone como ejemplo las Matemáticas, su ámbito. Antes los estudiantes tenían que memorizar un sinfín de fórmulas para resolver problemas de geometría. Al final eran capaces de abordar de forma sistemática y eficaz dichas cuestiones, pero no encontraban las relaciones y su aplicación al mundo real. Hoy, con las destrezas de pensamiento propuestas por Robert Swartz desde la Universidad de Hardvard, como ‘Compara y Contrasta’, los alumnos de primero de ESO son capaces de descubrir y comprender la diferencia entre el área y el volumen, expone, antes de añadir que lo hacen trabajando en equipo, visualizando la pantalla del ordenador o de la pizarra digital, a través de recursos interactivos, la descomposición de figuras en tres dimensiones y, utilizando hojas Excel en las que se introducen las correspondientes fórmulas.

«Así realizan de forma más sencilla los cálculos de los diferentes cuerpos geométricos, o figuras que resultan de la combinación de ellos, con las múltiples dimensiones posibles. Esto les lleva a comprender por qué la mayoría de los botes de conserva son cilíndricos o por qué las abejas construyen sus panales con formas hexagonales, visualizando las Matemáticas en la vida cotidiana y en la naturaleza», manifiesta el director de los Escolapios.

Otra buena práctica contra el fracaso escolar tiene lugar en Primaria. Este nivel cuenta con jornada partida, sin embargo, en el horario de tarde las asignaturas como tal desaparecen, es decir, no tienen Matemáticas, Inglés, Lengua, Ciencias Naturales o Ciencias Sociales. Lo que hacen es enfrentarse a retos relacionados con la vida real. «Los profesores seleccionan los correspondientes contenidos de las materias y los integran de forma globalizada en proyectos interdisciplinares. Trabajan en cooperativo, los alumnos aprenden los contenidos que corresponden a cada materia abordando los retos que se plantean a cada proyecto. Además, en la mayoría de las ocasiones, las iniciativas cuentan con elementos característicos de servicio a la sociedad y emprendimiento», detalla, muy orgulloso.

Para Abellón, el modelo pedagógico del siglo XXI pasa por dominar con fluidez al menos una segunda lengua y desarrollar sus competencias digitales, incorporando las TIC como herramienta de trabajo habitual. A este se suma, dice, el trabajo en equipo, la creatividad, el liderazgo, el emprendimiento, la toma de decisiones con destreza, el autoaprendizaje, la investigación, la actitud crítica, la investigación, la resilencia o la destreza de hablar en público.

El colegio decidió cambiar el rumbo de las clases porque si seguían igual que siempre conseguirían alumnos muy preparados, pero para un mundo que ya no existe. Una vez que interiorizaron la reflexión todo el claustro de profesores formado por 55 personas se puso manos a la obra para buscar una solución que formara a sus 700 estudiantes con un valor añadido. Investigaron, abrieron puertas, buscaron, conocieron las mejores experiencias pedagógicas y las buenas prácticas que se llevaban a cabo en centros de referencia de todo el mundo. «No se trataba tanto de plagiar las ideas, sino de conocer para adaptarlas a nuestro centro». Tras el trabajo de campo, incorporaron al proyecto los avances de la neurociencia aplicada a la educación, a través de programas de estimulación temprana para los más pequeños y de estrategias metodológicas para todos los alumnos.

Además, hicieron un lavado de cara a la instalación. Se sustituyó el aula tradicional con mesas en fila mirando a la pizarra y con el protagonismo centrado en el profesor, por clases diferentes. Estas últimas están distribuidas por profesor y materia y no por curso, y cuentan con espacios con sillones, pufs y alfombras para el trabajo individual, mesas y sillas para el trabajo en grupo, así como gradas para las exposiciones orales y debates. Por otro lado, todos los espacios del edificio se convirtieron en entornos de aprendizaje. También se habilitó un aula de estimulación multisensorial y diferentes clases de mayores dimensiones para el trabajo por proyectos en grupos grandes.

Otro cambio fue la adaptación de los horarios para introducir ajedrez, lectura, programa de capacidades, robótica... A esto se unió los agrupamientos flexibles en los dos primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria o las medidas de transición de etapas.

Óscar Abellón indica que cuentan con programas creados por los profesores, entre los que destaca el Proyecto Espora, ideado en colaboración con el departamento pedagógico del Museo Thyssen, para desarrollar la creatividad del alumnado y conseguir con ellos un mayor conocimiento del patrimonio artístico, a la vez que una mayor sensibilidad de los mismos hacia el campo. También está Aula CPC (Conoce-Piensa-Crea) diseñada por el profesorado del centro para profundizar en el patrimonio artístico, ligándolo al desarrollo de la inteligencia emocional.

De igual forma, se han introducido otros programas que han permitido mejorar la formación de los alumnos. Es el caso del Bachillerato Dual, que permite obtener la doble titulación, americana y española, y el proyecto de innovación del campus de Soria de la Universidad de Valladolid (UVA) que introduce a los estudiantes en el ámbito de la investigación utilizando el inglés como lengua vehicular.

En palabras del director del colegio Escolapios, una de las diferencias más significativas del centro es la fuerte apuesta por la innovación. «Ahora mismo en nuestro centro se hace uso de las mejores estrategias pedagógicas para preparar eficazmente al alumnado para lo que el siglo XXI les demanda. La autoría de algunas de dichas propuestas corresponden a grandes gurús de la educación en el ámbito internacional, mientras que otras son adaptaciones de experiencias de éxito de otros centros y la mayoría son fruto de la creatividad de nuestro profesorado, tras muchas horas invertidas en formación, investigación y trabajo en equipo».

De cara al futuro, según avanza Abellón, van a seguir trabajando en la modernización de los espacios en el ámbito educativo, la extensión en todas las áreas y niveles de gamificación como estrategia eficaz para incrementar la motivación y el aprendizaje del alumnado, la programación en todas las áreas a través de proyectos interdisciplinares creados por el profesorado y el desarrollo de nuevas estrategias.

También darán continuidad al congreso La Reserva Pedagógica, que iniciaron en 2015 y que este año oferta ya su tercera edición. Se celebrará en el colegio soriano, del 24 al 28 de abril, y asistirán más de 120 directivos de centros educativos de España, Guatemala, México, Colombia, Costa Rica y Chile.

Óscar Abellón (Director del centro): «Las leyes no mejoran la educación, sólo pueden lograrlo los profesores»

«Las posibilidades de mejorar la educación se encuentran en el profesorado. No podemos esperar a que sean las leyes las que mejoren la educación, sólo pueden lograrlo los profesionales que están a pie de aula y conocen mucho mejor la realidad». Así de tajante se mostró Óscar Abellón, director del colegio Escolapios de Soria.

En su opinión, los políticos tienen que dotar de mayor autonomía a los centros, poner los ojos en las mejores prácticas educativas y escuchar a los docentes que logran los mejores resultados. Eso sí, sostiene que existen elementos que dificultan el buen funcionamiento del sistema educativo, entre otros, la falta de adaptación de las escuelas a lo que la sociedad demanda, el abuso de técnicas memorísticas, la ausencia de estrategias que permitan el desarrollo de la creatividad, la pérdida de autoridad del profesorado y la sobreprotección del alumnado por parte de las familias.

Los deberes han generado un debate social muy fuerte. Abellón forma parte del bando que considera que las tareas tienen que mantenerse, ya que ayudan a generar hábitos de estudio, pero han de cumplir unos requisitos lógicos. El primero, según indica, es el principio de equilibrio y proporcionalidad. «Los niños deben tener tiempo para jugar y para realizar otras actividades, incluso es conveniente que se aburran porque dicho aburrimiento activa la creatividad», añade. En segundo lugar, dice que cada tarea que se marca para casa debe tener un objetivo que tanto alumnos como padres deben conocer. Y por último, indica que es más importante la calidad que la cantidad. «Es necesario cambiar la perspectiva de los deberes, fomentando ejercicios que despierten el interés y la curiosidad de los alumnos, orientadas hacia la búsqueda de información y la investigación», incide el director de los Escolapios.

Manifiesta que en Castilla y León se están ofreciendo numerosas oportunidades para la investigación y la innovación. De hecho, comenta que los centros tienen muchas posibilidades de participar en proyectos de innovación, experiencias de calidad y diferentes propuestas ligadas a la lectura, la tecnología o los idiomas, entre otras.

En este sentido, destaca que la región ha sido puntera en la creación de secciones bilingües, en la elaboración de Planes de Animación a la Lectura y Planes de Convivencia o en la implantación de tecnología en el aula.

Abellón recuerda el informe PISA donde Castilla y León sale muy bien parada a pesar de que no es la comunidad que más invierte en educación. «La prueba deja claro que una mayor inversión económica no implica un mayor rendimiento en el aprendizaje», sentencia.

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