Diario de Valladolid

BURGOS

Gestión eficaz de los medicamentos

Una aplicación creada por una estudiante de la Universidad de Burgos permitiría la fidelización con las farmacias y la tramitación de fármacos en residencias / También ayudaría a los pacientes a en la toma diaria.

Patricia Lázaro cree que esta aplicación sería de gran utilidad para pacientes, farmacias y residencias de ancianos.-ISRAEL L. MURILLO

Patricia Lázaro cree que esta aplicación sería de gran utilidad para pacientes, farmacias y residencias de ancianos.-ISRAEL L. MURILLO

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VALERIA CIMADEVILLA
Valladolid

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Patricia Lázaro, ingeniera técnica informática, tenía la intención de hacer un trabajo para fin de máster en su carrera que tuviese una utilidad real. Así, su tutor le propuso continuar un estudio iniciado en Educación Social en el que se observaba que la toma de medicamentos para las personas mayores resultaba muy complicada. «Me apetecía hacer algo útil y visual y en este estudio se veía que a estas personas les costaba acordarse de cuándo tomar sus medicinas, se equivocaban, les creaba confusión o los olvidaban», asegura.

Este fue el origen de UbuFarma, una aplicación informática válida tanto para ordenadores como para teléfonos móviles y que pretendía dar una solución a estos problemas. Basándose en este informe comenzó a investigar y se dio cuenta de que efectivamente la gente se equivocaba mucho. «Lo pude comprobar con mis propias abuelas, no se tomaban de forma correcta sus medicamentos y además desconocían para qué era cada pastilla y olvidaban su toma», apunta Lázaro.

En un principio la enfocó como uso personal destinada a personas mayores válidas que pudiesen visualizar a través de un documento pdf la ingesta correcta. Gracias a símbolos identificables que acompañasen a cada pastilla, como por ejemplo el dibujo de un corazón si fuese ese su uso, y acompañado de otros objetos visuales que se asociasen con el momento del día y las cantidades a tomar, podría ayudar a que el usuario no cometiese errores. Esto se muestra a través de un calendario en el que aparece toda la información de los medicamentos con sus cantidades, cuya toma se podría visualizar al día, semanal o mensual. Asimismo se explicaría para qué sirven, el centro de salud que tiene asociado el paciente con sus citas pendientes y las últimas tomas de presión arterial y frecuencia cardiaca

Sin embargo Lázaro se percató de que había otros dos usuarios más efectivos, las farmacias y residencias de ancianos. Las primeras tendrían la posibilidad de crear una hoja al paciente donde incorporaría las medicinas que necesita, incluyendo las que está ingiriendo actualmente, con la fecha en la que se les terminará el número de comprimidos que viene en cada envase. A su vez, cuando se le vaya agotando, les enviaría un mensaje a través de correo electrónico o desde la propia aplicación avisándole para que vuelva al establecimiento. Esto supondría crear una fidelización con el cliente, que en ningún momento se encontraría sin sus pastillas. «Permitiría unirlo también a la receta electrónica e incluso la farmacia las podría mandar al propio domicilio del usuario si dispone de su dirección», subraya la ingeniera.

Las residencias de ancianos serían otro de los posibles usuarios, en este caso con una doble funcionalidad. Por un lado serviría a los propios pacientes para tener información de sus tratamientos. Por otro, al centro le valdría para gestionar la toma de fármacos de todos sus residentes, estando al día de todo lo que necesitan, para cuánto tiempo tienen y lo que toma cada uno de ellos. «Así la residencia no se queda sin medicamentos y sabe cuándo tiene que volver a comprar», recalca Lázaro.

Además, ayudaría a las familias a estar al día de lo que toman en caso de tener que convivir con ellos en periodos vacacionales.

Según Lázaro existe alguna herramienta similar, pero que funciona más bien como una alarma que avisa de cuándo hay que tomar la pastilla. De hecho la Universidad de Burgos (UBU) desarrolló una aplicación que notifica su consumo, pero que no indica ni cuándo se acaba ni para qué sirve, y añade que sería una buena idea que pudiesen aunarse para que se complementasen.

Para ella una parte importante que le falta por incorporar a su trabajo sería la de introducir toda la base de medicamentos con sus correspondientes definiciones. En este sentido cree la necesidad de integrar a alguien del servicio sanitario o farmacéutico. «Una persona que esté bien informada, y que me ayude a saber si lo que pongo es real, para que los fármacos sean los correctos», sugiere.

La aplicación se llevó el premio de Prueba Concepto en la pasada edición, unos galardones que entrega la UBU a prototipos orientados al mercado. Hasta la fecha Lázaro ha desarrollado un plan de empresa y la viabilidad real del proyecto y lo ha presentado al concurso Vivero Universitario de Promotores Empresariales, una iniciativa para promover la actividad empresarial en torno a tecnologías llevadas a cabo en las universidades de Castilla y León.

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