Cerrar

PERSONAJES ÚNICOS / ALBERTO GARCÍA

El ‘registrador’ de las granjas 4.0

Este vallisoletano pasó de manejar herencias a convertir una antigua granja de gallinas en la primera en robotizarse de Europa e introducir alimentación saludable.

Alberto García en su granja de la localidad vallisoletana de Olmedo.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

Creado:

Actualizado:

Todo lo que hace Alberto García está tocado por el entusiasmo que no conoce descanso. Sabio, humilde hasta la saciedad y luchador incesante. Su mayor tesón es la red de amistades y profesionales que le han ayudado a llegar hasta lo más alto. Nació en Olmedo y se convirtió en el fiel caballero de la ganadería vallisoletana.

El destino –o llenar la nevera todos los días– le llevó a trabajar, en un primer momento, como administrativo en el Registro de la Propiedad de su localidad natal. Allí, rodeado de herencias, títulos de compra-venta y anotaciones preventivas de embargos, subsistió durante años. Sin embargo, un buen día, decidió cambiar el rumbo de su vida y mirar más allá de una ventanilla.

Su familia tenía una granja de gallinas sin actividad, así que el fluir de ideas y una legislación complicada le empujaron a montar una granja de ovejas. Pero no una explotación ovina cualquiera. Se trata de la primera de Europa en robotizarse e introducir genética innovadora y alimentación saludable.

Con tesón, esfuerzo y «prueba y error», consiguió poner patas arriba un negocio tradicional. Los inicios no fueron fáciles porque no logró ninguna ayuda de la administración, no obstante, su perseverancia y los ahorros del banco se aliaron para extraer todo el jugo a la empresa. En 2010 obtuvo su primer proyecto de I+D+i basado en la mejora del perfil lipídico de la carne. «Lo que hicimos fue añadir aceite de cártamo y de lino a la leche que toman los lechazos. De esta forma conseguimos carne con Omega 3 y Omega 6», apunta.

García también ha mejorado la estructura de su granja. Las ovejas como herbívoros que son tienen estacionalidad; es decir, se quedan preñadas en otoño y paren en primavera. «Ese es uno de los problemas que tiene el sector ovino, ya que todo el mundo tiene lechazos y leche en la misma fecha», reconoce. Por este motivo, este olmedano lo ha modificado y ahora produce el 65% de la leche y la carne de junio a diciembre. «Esto hace que seamos más competitivos y podamos fijar el precio con más facilidad».

Hay dos formas de hacerlo. En primer lugar, reduciendo los periodos de fertilidad. En segundo, poniendo a las ovejas fotos de sementales para estimularlas sexualmente. Este último método chocó tanto que saltó el charco y fueron bastantes los medios latinoamericanos que se hicieron eco de este pastor 4.0.

Ahora mismo está embarcado en un proyecto que trata de volver al pasado pero con técnicas más depuradas. Por ejemplo, la intención de este equipo formado por seis personas –serán nueve en 2017– es que las ovejas se queden preñadas sin necesidad de introducirlas hormonas. Han ideado un método que se trata de meter a las hembras junto con sementales que tienen la vasectomía hecha, éstas se estimulan sexualmente y, posteriormente, introducen a los sementales genéticamente mejor para que cubran a las ovejas.

Alberto García también ha modificado la dieta de su rebaño. Ha incorporado semilla de colza, un cereal que abunda en Castilla y León. «Me gusta utilizar productos de mi Comunidad». Sus ovejas, además, comen alfalfa, maíz, cebada, pulpa de naranja, de tomate, remolacha y pipas de girasol.

Su meta es conseguir leche que tenga un 20% más de Omega 6, un producto muy demandado fuera de España. Según sostiene, el 95% se exporta al mercado exterior, principalmente a Italia y Portugal. El 5% restante se queda en Valladolid, en concreto en Portillo y Quesería Artesana Cantagrullas.

Alberto García tiene 45 años y desde los 33 no ha parado de innovar en el sector ovino. Por ello, no deja de acudir a jornadas de trabajo para exponer sus proyectos y ayudar a otros ganaderos a crecer. De cara al futuro, tiene en mente crear cosmética con la leche de sus ovejas. Ya lleva dos años investigando y solo falta que la Junta apruebe un proyecto de investigación para que la gente pueda ducharse con productos elaborados con leche de esta granja olmedana. En principio, tendrá champú, gel y crema hidratante.

Sobre la situación de la investigación y la innovación en Castilla y León, el vallisoletano tiene claro que son las asignaturas pendientes del sector primario. «La mayor innovación radica en que nuestras granjas se parezcan cada vez más a la industria». Y es que, a su juicio, si el sector no se diversifica y busca otros canales acabará desapareciendo.

«Se trata de un sector atomizado y un poco primitivo en el que no hay nada hecho», lamenta García, antes de añadir que cuando él empezó la media de edad estaba en 50 años. «En cinco años desaparecerán el 70% de las explotaciones ganaderas y lo más triste es que no hay relevo generacional».

Uno de los motivos de esta sentencia de muerte anunciada es, tal y como explica el ganadero, que el trabajo es «muy intenso». «Se trabaja todos los días y muchas horas. Hay que mejorar los procesos para que sea una vida más relajada». La cuestión es que las jornadas maratonianas agotan a los trabajadores, pero también les condenan a no evolucionar. «Las administraciones sí que cuentan con ayudas, pero los ganaderos no tienen tiempo para saber si pueden solicitar alguna de ellas porque se pasan la vida trabajando».

Para García, el sector tiene que cambiar sí o sí el chip como lo hizo la agricultura. «Si no lo hacemos, seguiremos siendo un sector deprimido», sentencia. 

Cargando contenidos...