Diario de Valladolid

PERSONAJES ÚNICOS: JOSÉ ANTONIO DE PAZ

El médico que receta deporte

Este leonés, natural de Zambroncinos del Páramo, estudió Medicina en la Universidad de Oviedo, pero pronto vinculó su carrera a la investigación / Ahora prescribe ejercicio físico a pacientes con esclerosis múltiple o personas que han superado un cáncer de mama.

El investigador José Antonio de Paz en las instalaciones de la Universidad de León.-EL MUNDO

El investigador José Antonio de Paz en las instalaciones de la Universidad de León.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Receta una misma medicina. Se llama actividad física y el principio activo es similar para las diferentes dolencias. Pero las presentaciones son muy variadas y cada persona tiene que encontrar la que mejor se ajusta a sus necesidades. José Antonio de Paz, que rubrica este particular tratamiento a sus pacientes, nació en la localidad leonesa de Zambroncinos del Páramo, aunque siendo solo un bebé se trasladó a León. Su infancia transcurrió en las calles cercanas a la Catedral, y su lugar de juego fue el Corral de Villapérez. Allí soñó con ser periodista, biólogo o médico. Finalmente, se decantó por esta última carrera, porque, según reconoce, «pesó más la idea de ayudar a las personas desde este campo».

Sus estudios en la Universidad de Oviedo les compaginó con trabajos esporádicos de profesor de guitarra y paramédico con la población gitana de Matalablima. Tras licenciarse, trabajó como socorrista hasta que pudo ponerse la bata como médico sustituto, primero en Trabadelo, posteriormente en La Cabrera, en Encinedo, y también en la antigua Casa de Socorro del Arco de Ánimas. Un año después consiguió una plaza en Urgencias en el Hospital Princesa Sofía. De ahí saltó al Servicio de Cardiología, donde estuvo desde 1985 a 1990.

Aunque la medicina y la investigación le encantaban, la docencia también captaba su interés. Por eso, decidió compatibilizar el trabajo en el hospital leonés con ser profesor a tiempo parcial en el INEF, por entonces centro adscrito a la Universidad de León, hasta que en febrero de 1990, aprovechando que había sido dotado el centro de «un excelente laboratorio» de fisiología del ejercicio, dejó definitivamente el Princesa Sofía para dedicarse a la docencia y a la investigación.

En Estrasburgo, en la Facultad de Louis Pasteur, realizó los estudios que le condujeron al Certificado de Estudios Especiales en Biología yMedicina aplicados al Deporte, haciendo su trabajo final sobre la electrocardiografía del deportista. Su tesis doctoral la defendió en la Universidad de Salamanca en 1994. Con ella explicó el efecto que diferentes tipos de entrenamiento físico ejercen sobre la capacidad que tiene el organismo de destruir coágulos.

Una vez incorporado al INEF, obtuvo una plaza de titular en la Universidad de León en el área de Fisiología. En este tiempo ha trabajado en diferentes líneas de investigación. La primera se basa en la prescripción del ejercicio físico en pacientes con esclerosis múltiple. De Paz cuenta que son pioneros a nivel mundial en introducir el entrenamiento de fuerza en estos enfermos. «Ahora está recomendado para todo el mundo, pero hasta el 2005 era, de hecho, desaconsejado. No sabemos muy bien por qué».

La segunda línea es la prescripción de deporte en mujeres que han superado el cáncer de mama. «En León no podemos mantenerlo por falta de medios», lamenta. Pero sí que lo hacen en países como México o Bogotá. Por ello, viaja dos o tres veces al año para hacer las evaluaciones pertinentes de los participantes, los talleres de capacitación de los profesores que lo llevan a cabo y la reprogramación de la iniciativa.

Su equipo de investigación también estudia la sarcopenia –pérdida degenerativa de la masa muscular– y el entrenamiento físico en las personas mayores, línea que desarrolla en colaboración con el Estado de Amazonas (Brasil), en la población de Maués, la principal productora de guaraná, en la que estudian desde hace varios años el proceso de envejecimiento comparando poblaciones urbanas con poblaciones que viven al lado de los ríos de la zona.

De cara al próximo curso van a poner en marcha un club para niños obesos y sus familiares, en el que convergerá el Servicio de Pediatría del Hospital Universidad de León, la Universidad de León, el Instituto de Biomedicina (Ibiomed) y el Ayuntamiento de León. «Dentro del marco de esta iniciativa haremos actividades rutinarias, de alimentación, ejercicio y apoyo familiar y psicológico», explica José Antonio de Paz.

Su día a día transcurre en la universidad. Eso sí, reserva tiempo para hacer ejercicio, principalmente nadar durante una hora y media, tareas de bricolaje, jardinería, escritura y lectura. Cuando no está en León, aprovecha para realizar estancias en Brasil, México o Irlanda. Países donde ha dejado su huella y ha succionado conocimiento.

Sobre el impacto de la crisis económica en Castilla y León, manifiesta que se ha hecho notar «de una manera notable». «Hay menos recursos, menos becas de doctorado, menos contratación de jóvenes. Y aunque es difícil contentar a todos, o establecer criterios de equidad, los recursos no están suficientemente repartidos», valora De Paz, que considera que, a pesar de la situación, las universidades de la Comunidad han mantenido el listón.

No obstante, estima que el estado y la consideración actual de la investigación no es sólo un problema económico o político, sino también sociocultural. «La investigación vende poco, se considera poco. Es una realidad marginal. Valoramos más al que mete un gol que al que salva muchas vidas, valoramos más al que tiene una habilidad motora que al que dedica su vida a estudiar, investigar, publicar y ayudar».

En este sentido, comenta que los investigadores están muy mal pagados. «Actualmente se mantiene más por gusto, interés, pasión y dedicación de los investigadores que por el dinero que se recibe», apostilla. «La consideración de la ciencia y de los investigadores es un problema que viene de lejos, aunque se ha acentuado recientemente. Ya Miguel de Unamuno ironizaba con aquel: ‘¡Que investiguen ellos!’», reflexiona José Antonio de Paz.

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