Diario de Valladolid

La ‘policía’ que controla Twitter

El grupo Bisite de la USAL desarrolla una plataforma capaz de extraer y analizar las redes sociales / Permite monitorizar la actividad asociada a un tema concreto y también cruza datos con periódicos y blogs.

Tres miembros del grupo Bisite de la Universidad de Salamanca muestran la plataforma para la detección de amenazas en la red.-ENRIQUE CARRASCAL

Tres miembros del grupo Bisite de la Universidad de Salamanca muestran la plataforma para la detección de amenazas en la red.-ENRIQUE CARRASCAL

Publicado por
Estibaliz Lera

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A estas alturas, pocas personas dudan de la importancia de las redes sociales en cualquier estrategia de comunicación. Empresas, organismos públicos, asociaciones o, incluso, famosos recurren a Twitter o Facebook para tener contacto inmediato con millones de usuarios repartidos por todo el globo.

Sin embargo, los comentarios se agolpan y el peligro se tuitea. Eso sí, parece que tiene los días contados. El grupo Bisite de la Universidad de Salamanca ha diseñado una plataforma capaz de extraer y analizar los comentarios de los usuarios, principalmente de la red del pajarito azul. La herramienta permite monitorizar la actividad asociada a un tema concreto, para posteriormente facilitar el análisis de la información y la extracción de conocimiento, apuntan los investigadores Juan Corchado, Fernando de la Prieta, Jorge Revuelta y Daniel López.

Pueden, por ejemplo, analizar si, tras un campaña publicitaria de una determinada marca, los usuarios comienzan a hablar de forma positiva sobre la misma, encontrar el público que crea opinión e influencia a un buen número de seguidores o entender cómo forman comunidades virtuales dentro del medio, en función de sus intereses y gustos. También se puede aplicar el sistema al estudio de amenazas en el marco de la ciberseguridad, seguimiento de usuarios influenciados, desarrollo de movimientos en internet que puedan trasladarse al mundo real...

Por una parte, este equipo salmantino ha logrado aunar un buen número de técnicas, que si bien ya existían, nunca se habían utilizado en conjunto para formar «una herramienta útil y consistente», señalan. «PIAR –plataforma inteligente para la detección de amenazas en la red– es capaz de recuperar información de seguidores, descubrir grupos de influencia y evaluar el sentimiento de los usuarios con respecto a la búsqueda». Además, es capaz de cruzar datos con noticias en periódicos, blogs, etcétera. «Hace especial énfasis en los aspectos relacionados con la visualización de la información, facilitando el uso a todo tipo de usuarios», añaden.

Uno de los aspectos más peculiares es su capacidad para analizar automáticamente si los tuits que extrae sobre un determinado tema tienen un sentido positivo o negativo. «Esta técnica ha sido ampliamente investigada –especialmente para el caso de la lengua inglesa– pero no tenemos constancia de otras herramientas similares a la nuestra que utilicen esta tecnología».

Otro de los objetivos clave es que la invención fuese escalada, es decir, que cuente con una arquitectura distribuida que sea capaz de repartir la carga computacional (análisis) y de persistencia (almacenamiento) entre un clúster de equipos. Así es posible asegurar la escalabilidad del dispositivo.

PIAR está específicamente diseñada para analizar textos en español, aplicando los resultados tanto al análisis del mercado como en ciberseguridad. En futuras iteraciones, Juan Corchado, Fernando de la Prieta, Jorge Revuelta y Daniel López manifiestan que añadirán otros idiomas como el ruso, chino, árabe...

Respecto a la competencia, aseguran que no tienen en cuanto a la monitorización de usuarios hispanohablantes. Eso sí, reconocen que durante los últimos años, la industria se ha ido dando cuenta del potencial de este tipo de herramientas de minería de datos, que proporcionan información «muy útil» en multitud de escenarios de aplicación. «Algunas empresas del sector tecnológico han comenzado ahora a lanzar sus propias plataformas de control, sin embargo, nosotros hemos sabido estar a la vanguardia».

El proyecto, que ha sido financiado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, ha durado 30 meses y terminó justo en diciembre, pero lo cierto, según admiten, es que su intención es seguir trabajando en esta idea «tan prometedora». Junto a la universidad, también están la empresa burgalesa CSA y la tecnológica catalana Anpro21.

Por la experiencia que tienen, consideran que tanto las universidades como las empresas de la Comunidad saben muy bien que ir de la mano es la mejor forma para progresar. No obstante, son conscientes de que la «gran perjudicada» con la crisis económica es la investigación. «El número de subvenciones se ha reducido notablemente, pero parece que está cambiando en los últimos tiempos».

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