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PERSONAJES ÚNICOS

La discípula de Hipócrates

Es salmantina y logró el Premio Nacional de Jóvenes Investigadores en 2015 / Trabaja en un estudio que abre una puerta para el diagnóstico de la dirofilariosis felina, una enfermedad «asintomática» que afecta al corazón de los gatos.

Elena Varas, estudiante de Medicina de la Universidad de Salamanca.-ENRIQUE CARRASCAL

Publicado por
Estibaliz Lera

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Es joven y tiene claro que los próximos años de su vida los pasará en la universidad. Sabe que realizar y terminar una carrera suele requerir bastante esfuerzo, tanto de hincar los codos como económico. Y, tanto el estudiante que sacrifica miles de horas para sacarse una asignatura como los padres que apoquinan el dinero, esperan que ese esfuerzo retorne en un trabajo acorde a la formación.

Para que a Elena Varas le llegue ese momento de lanzarse al mercado laboral aún falta bastante tiempo. Estudia Medicina en la Universidad de Salamanca. Lleva pocos meses acumulando sabiduría y adquiriendo destrezas para convertirse en la mejor discípula de Hipócrates, el padre de esta disciplina que la Real Academia Española define como «conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir».

Es una doctora en ciernes, pero su tesón la llevará lejos. De momento, ya ha logrado colgarse una medalla. Ha sido galardonada con el primer Premio Nacional de Jóvenes Investigadores, fallado a finales de 2015 y dotado con 4.000 euros. Esta salmantina que realizó el Bachillerato en el IES Vaguada de la Palma de la ciudad del Tormes decidió ponerse la bata blanca y el fonendo porque quería estudiar algo que le permitiera tratar con personas y ayudarlas en un ámbito sanitario.

Sin embargo, reconoce que el abanico de posibilidades era enorme. Al finalizar el curso, «con más tiempo», se informó sobre aquello de lo que realmente trataban las carreras y en lo que consistían, vio contenidos y asignaturas de las distintas opciones, y decidió que la que más le gustaba era la de Medicina.

Así que ahora se encuentra cumpliendo su sueño. Es consciente de que está en la línea de salida de una carrera de fondo donde los obstáculos están detrás de cada nueva etapa, pero es optimista y sabe que su futuro pasa por ser doctora. Además, ya tiene experiencia en laboratorio.

El reconocimiento que ha logrado se basa en un estudio dirigido por el investigador Rodrigo Morchón del grupo de dirofilariosis animal y humana del área de Parasitología de la USAL y por Guadalupe Mayo, tutora del IES, que aborda la utilidad de una molécula de la bacteria llamada Wolbachia, que permitiría detectar la dirofilariosis felina.

«Esta enfermedad en perros está muy estudiada, no así en gatos, los cuales, además de contar con menos fuentes al respecto, son asintomáticos, lo que, entre otras cosas, hace más complicada la detección de la patología», explica Varas. «Estos nematodos viven en endosimbiosis con unas bacterias, y si utilizamos una molécula presente en estas últimas, podríamos diagnosticar con mayor sensibilidad la enfermedad en los felinos».

En este sentido, señala que para perros ya se comercializan test para el diagnóstico, mientras que para gatos «no existen aún métodos similares y fiables en el mercado», por lo que este estudio «abre la puerta» para tratar este padecimiento que se localiza en el corazón, apunta.

Actualmente, está enfrascada en libros y manuales para nutrirse de todos los conocimientos que necesita un buen médico, pero también saca horas para su pasión: el teclado. En verano hará una estancia en el Instituto Cajal de Madrid, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde podrá desarrollar una pequeña investigación sobre el tema que elija durante dos semanas.

Elena Varas es consciente de la situación por la que atraviesa el país, no obstante, tira de positividad y asegura que Salamanca es un lugar que, aunque ha sufrido los embistes de la crisis, cuenta con dos buenos puntales como son el Instituto de Biología y Genética Molecular y el Centro del Cáncer. A estos se sumará el nuevo hospital, que está previsto que las obras finalicen en 2019.

Respecto a los jóvenes, sostiene que es un «problema grande» la falta de oportunidades. «Terminan la carrera, recién preparados y con todas las ilusiones, se encuentran ante la falta de empleo y con ella, la imposibilidad de adquirir experiencia, con la consecuencia de tener que emigrar a otros países donde las posibilidades de realizar su profesión son mayores, y muchos al irse, no consiguen volver».

La innovación, en su opinión, sí que se premia, ya que todo lo que permita la mejora y facilidad de superar ciertos obstáculos se ve valorado, pero no todas y cada una de las personas que están detrás. «Es mucha gente la que contribuye a realizar el esfuerzo y obtener el resultado final, tras diversos ensayos, errores, fracasos…», concluye la salmantina Elena Varas.

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