Dos residencias en Valladolid que son «familia»

Cada 26 de julio España conmemora la figura de los abuelos quienes, en ocasiones, parecen quedar relegados e incluso olvidados; de ahí la importancia de que cuenten con un día a su nombre y honor en el calendario.

El cariño, una sonrisa o un abrazo son gestos que, ellos, valoran infinitamente y, por tanto, la empatía ha de ser una de las cualidades más destacables e importantes de una residencia.

La residencia Rosal del Atrio ubicada a apenas 20 minutos de Valladolid y perteneciente al grupo Vértice Asistencial, constituye el lugar idóneo para “cuidar a los que más quieres”.

Ubicada en Traspinedo, el centro residencial Rosal del Atrio cuenta, a día de hoy con 31 usuarios que han encontrado los unos en los otros una familia.

Gracias al personal plenamente profesional y cualificado que compone la plantilla de trabajadores del centro, los usuarios cuentan con una atención continua, así como de instalaciones adaptadas a las diferentes necesidades de los residentes.

La residencia, al ser más bien pequeña, permite que se forjen y establezcan vínculos prácticamente calificables de familiares entre trabajadores y usuarios; esta máxima, de hecho, es la base de la filosofía de la residencia ya que, tal y como refieren desde el propio centro, “para nosotros es importante la relación entre familiares, residentes, trabajadores y el centro. Creamos un espacio ideal donde acoger a las personas residentes. Buscamos la transparencia en nuestra gestión, para que sepas en todo momento cómo está la persona que quieres, y te sientas cerca de ella”.

La vida de los usuarios no se reduce únicamente a lo que ocurre en la residencia sino que, además, están sumamente integrados en el pueblo en el que se encuentra el centro, Traspinedo.

La constante organización de actividades en el propio pueblo, gracias al Ayuntamiento, a la iglesia o al colegio del mismo, permite a cada uno de los usuarios de la residencia sentirse un vecino más del municipio; de esta forma, los usuarios participan de forma activa en la vida del pueblo.

Además, los familiares de los internos pueden recogerlos cuando precisen, además de disponer de los espacios comunes de la residencia.

Asimismo, aprovechando la estación veraniega, los residentes relaizan numeorsas actividades sensoriales con agua o hielos, entre otras.

RESIDENCIA SAN JAVIER

La residencia San Javier, perteneciente también al grupo Vértice Asistencial, está ubicada a tan solo 15 minutos de Valladolid, concretamente en el viejo camino de Simancas y, dentro del mismo, en una urbanización privada.

Conformada por un equipo de profesionales plenamente preparados y competentes, el trabajo dentro de la residencia está orientado a prestar una atención integral y personal a cada uno de los residentes.

De hecho, la residencia se rige por el Modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona,(AICP) dícese, en un modelo de atención sustentado en el conocimiento de la historia de cada uno de los residentes.

Al igual que la residencia Rosal del Atrio, cuenta con una capacidad total de 31 usuarios, lo que fortalece y fomenta el vínculo entre los residentes, sus familiares y los trabajadores del centro (servicio de medicina, servicio de enfermería, nutricionista, terapia ocupacional, fisioterapia y equipo de gerocultores y gerocultoras).

Las actividades que se realizan en la residencia constituyen un aspecto fundamental en el cuidado y trato de los usuarios de la misma.

Dichas actividades están compuestas de talleres y juegos adaptados a las necesidades de cada residente y tienen como objetivo preservar y potenciar las habilidades cognitivas, físicas y emocionales.

Cuentan, además, con diversos servicios, destacando el servicio de farmacia, así como el de peluquería, podología y estética.

En el caso de que algún usuario requiera una salida del centro, la residencia ofrece un acompañamiento fuera del centro, permitiendo así que el residente esté en todo momento acompañado en el caso, por ejemplo, de las visitas médicas.