«Invertir en enfermeras reduce el gasto y aumenta la calidad de vida de los pacientes»

Pregunta.– La enfermería de Castilla y León advierte: hacen falta 6.000 nuevos profesionales para cubrir las jubilaciones a corto plazo ¿Por qué ser enfermero?

Respuesta.- La enfermería es una profesión vocacional, el enfermero cuida de manera integral al individuo y abarca la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades de las personas de todas las edades, grupos y comunidades, enfermos o sanos y en todos los entornos, durante toda la vida. La enfermería es una ciencia que posee un cuerpo teórico conceptual propio, que sustenta sus principios y objetivos, y que se encuentra en constante renovación basada en la evidencia científica. Esto sería suficiente para emprender unos estudios de Grado en Enfermería, pero además a nivel laboral nos encontramos en un momento en el que son necesarios más enfermeros.

P.- ¿Considera que en el sector hay fuga de profesionales por las condiciones laborales que tienen?

R.- La fuga de profesionales en Castilla y León es un problema que llevamos sufriendo desde hace tiempo. Prueba de ello es que el 40% de los egresados en las universidades de Castilla y León nada más acabar se va a otras comunidades limítrofes y algunos a otros países de la UE. Es verdad que en muchas ocasiones los motivos son las condiciones laborales y económicas. Este problema lo hemos trasladado a la administración, pidiendo la fidelización de los profesionales.

P.- ¿Le preocupa que profesionales de Castilla y León emigren a otros países o comunidades a trabajar allí?

R.- Sí, porque ocasiona un déficit de profesionales para poder atender nuestras necesidades, lo que complica que los enfermeros podamos abarcar todas las competencias que en estos momentos estamos ejerciendo, y supone un peligro y un riesgo para la asistencia.

P.- ¿Cuántas enfermeras faltan en la región? ¿Cuáles son las unidades que están más necesitadas?

R.- Para llegar a la media de las ratios que manejan los países de nuestro entorno que son 8,5 enfermeras por cada 1000 pacientes, en España, según datos del Consejo General de Enfermería, serían necesarias aproximadamente 95000 enfermeras. Aunque en Castilla y León no somos la peor comunidad a nivel nacional, con 6,96 enfermeros por cada 1000 pacientes, dado el déficit de profesionales que llevamos manifestando desde hace tiempo y los profesionales que en los próximos años se encuentran en condiciones de alcanzar la edad de jubilación, serían necesarias aproximadamente unas 6000 enfermeras para alcanzar la media de los países de nuestro entorno.

Uno de los ámbitos en los que más profesionales faltan es en Atención Primaria y a nivel rural. Todo ello debido al envejecimiento de la población, la dispersión geográfica, la cronicidad, los pacientes pluripatológicos, polimedicados y dependientes que tenemos en nuestra Comunidad. Invertir en enfermeras para llevar a cabo este tipo de competencias reduce el gasto, los reingresos y aumenta la calidad de vida de los pacientes.

P.- ¿Aboga por aumentar el número de plazas en la Facultad de Enfermería de las universidades de Castilla y León?

R.- Formar a una enfermera supone cuatro años para una enfermera generalista y seis para una especialista. Si no se prevé esta necesidad y se aumenta el número de plazas en las universidades y en la formación de postgrado en las especialidades incrementando el número de plazas de EIR, nunca llegaremos a corregir el déficit de profesionales. Esa decisión hay que tomarla ya.

P.- En varias ocasiones ha defendido que la Ley de Residencias de la Comunidad incluya al especialista en geriatría como personal esencial del sistema de atención. ¿Por qué es clave?

R.- Aunque a nivel de la Consejería de Sanidad se reconocen todas las especialidades del Real Decreto 450/2005, de 22 de abril sobre especialidades de Enfermería, sí que echamos de menos, y así lo hemos manifestado en innumerables ocasiones, que falta la creación de plazas específicas de esas especialidades y, por supuesto, la figura de la enfermera especialista en geriatría. Dos puntos esenciales si queremos dar una atención a nuestros mayores de calidad y segura.

P.- ¿Apuesta por reclamar la figura del enfermero escolar?

R.- La enfermería escolar es un hecho en muchos países desde hace décadas. En nuestro país, comunidades como Madrid, Comunidad Valenciana, Asturias y Aragón están apostando por esta figura que entendemos es necesario introducirla en la comunidad educativa. No solo la enfermera escolar puede dedicar su tiempo a la actividad asistencial, ya que cada vez aumentan más los casos de enfermedades crónicas en edad escolar, sino que, además, hay que tener en cuenta la educación para la salud, los hábitos saludables, la alimentación, la prevención y promoción de la salud, que la sociedad y las asociaciones de padres de alumnos están demandando.

P.- ¿Cree que está valorada la profesión de la enfermería frente a la de los médicos?

R.- La profesión médica y la profesión enfermera son dos profesiones sanitarias diferentes, que estamos abocados a trabajar de forma colaborativa y en equipos multidisciplinares dentro de nuestras competencias. La sociedad cada vez más nos está colocando a cada uno en nuestras parcelas y teniendo a la enfermera como su profesional de referencia.

P.- ¿Qué opinión le merecen los episodios de agresiones que sufren los enfermeros?

R.- No debería ser agredido ningún trabajador. Los profesionales sanitarios lo que pretendemos es dar un servicio a la sociedad y, la mayoría de las veces, los problemas que llevan a la agresión no son competencia de los profesionales.

P.- ¿Cómo vislumbra el futuro de la profesión?

R.- Creo que la enfermería tiene un futuro prometedor, y espero más bien pronto que tarde, podamos llegar a ocupar el sitio que nos merecemos.