Una ciudad moderna e integradora
El Ayuntamiento de Valladolid plantea, desde el diálogo, con Junta y Ministerio, llevar a cabo el soterramiento de las vías del tren «para acometer una regeneración urbana y eliminar las barreras ferroviarias que marginan a un tercio de la población de los otros dos»
«Hay tres momentos históricos en Valladolid: la llegada del tren a la Estación del Norte, el desvío del Esgueva y el Canal de Castilla y el cuarto momento para una ciudad social es el soterramiento de la vía». Así justifica Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid, la apuesta del gobierno municipal por el soterramiento de las vías del tren, en lugar del proyecto de integración que se está acometiendo en la actualidad. Un proyecto que Carnero considera clave «porque no hay nada más social que una infraestructura que en este caso elimina barreras entre barrios. Ahora el tren nos divide a dos tercios de la ciudad sobre el otro tercio, por eso es importante que eliminemos esta brecha con el soterramiento», incide. Para el regidor «se ha hablado mucho de soterramiento en el pasado, pero este tiene mucho futuro», desde que en 2002 se puso sobre la mesa con el Convenio firmado para soterrar el tren, desplazando los talleres de Renfe, algo que ya se acometió, y la puesta en marcha de la Sociedad Alta Velocidad, con las tres administraciones implicadas, para poder regenerar urbanísticamente la ciudad.
Ya se ejecutó el soterramiento en el Pinar de Antequera con casi un kilómetro de infraestructura para que el tren fuese bajo tierra, pero la crisis del 2008 y los cambios de gobierno, unidos a las variaciones del precio de la venta del suelo que iba a hacer viable esta infraestructura.
En 2017 se proyectó la integración de las vías, con varios túneles, algo que en palabras del actual alcalde «no es una integración, se generan túneles del miedo y lo que integra es soterrar las vías del tren por debajo y que las personas vayan por arriba». Una obra que permitiría «eliminar la barrera ferroviaria que atraviesa a la ciudad, evitar la marginación de 90.000 vecinos y dar forma a una nueva ciudad» en la que «esté la vía soterrada, haya un gran bulevar, nuevas zonas verdes, edificaciones, carriles bici y en definitiva un nuevo modelo de urbe», remarca Carnero que cree que Valladolid gana «en modernidad, vanguardia, futuro y en integración que importa a las urbanas, en integración social, para mirarnos los unos a los otros sin tener que atravesar los túneles del miedo».
El alcalde que ha participado recientemente en foros informativos donde se han explicado modelos de soterramiento en ciudades como Murcia, Cádiz, Almería, que son algunas de la veintena de ciudades donde se han ejecutado, o están en proceso en todo el territorio nacional. Carnero apuesta por el diálogo con el ex alcalde de la ciudad y actual Ministro de Transportes, Óscar Puente, «para que haya sintonía» entre los actores principales de la Sociedad de Alta Velocidad y se pueda orientar el proyecto actual de integración hacia el del soterramiento, pero antes quiere conocer «en qué punto está la integración, cómo están los soterramientos en el país», y espera una reunión a inicios del 2024 para definir todos estos aspectos y otros relativos a la aportación municipal a la Sociedad, con una partida de 11 millones fijada para el próximo año, que plantea demorar para destinarlo «a necesidades de la ciudad».
«Hay que dialogar y seguir en la senda de lo que implica y lo que supone transformar Valladolid ganando en libertad, justicia y en igualdad y en integración», afirma Carnero que se pregunta: «¿Por qué no vamos a poder los vallisoletanos tener las vías soterradas?».