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Coaching para empresas: qué es y cómo puede ayudar al rendimiento del equipo
Todas las empresas deben enfrentarse, tarde o temprano, a diferentes tipos de desafíos. Muchas veces, estos ponen en juego las competencias de las empresas y de sus equipos, reduciendo el rendimiento y la efectividad. Por eso, el coaching empresarial puede ayudar enormemente a que las condiciones laborales cambien y los objetivos se vean más cercanos.
Toda empresa tiene objetivos dispuestos que debe cumplir para funcionar de la manera esperada, aunque muchas veces, llegar a estas metas puede convertirse en una tarea complicada. Son muchos los factores que pueden afectar al rendimiento de la empresa como equipo, así como a cada uno de los trabajadores. Es en estas situaciones, en las que el coaching empresarial puede convertirse en una solución elemental para poder reorientar los resultados y rendir más eficientemente. Qué es el coaching empresarial
Cuando hablamos de coaching empresarial nos referimos a una técnica o conjunto de técnicas de acompañamiento a los líderes o miembros de una empresa para orientarlos en la consecución de sus objetivos. Contrariamente a lo que se podría suponer, el coaching no es un tipo de consultoría, y es importante marcar esta distinción para comprender bien de qué se trata. El objetivo del coaching es poder ayudar a un equipo a llegar a resultados visibles, mediante diversos ejercicios . Aprender a delegar, a tomar decisiones, y adaptarse a los cambios del mercado, son factores elementales a la hora de hacer negocios y de marcar objetivos para la orientación de una empresa. Un profesional en el coaching se ocupa, precisamente, de acompañar tanto a un equipo como a clientes particulares, rumbo a un camino más seguro y exitoso. Las causas del conflicto
Las empresas son asociaciones, los miembros se reúnen en busca de un objetivo en común y muchas veces negocian distintos aspectos en función de acuerdos que puedan llevar a buen puerto. Sin embargo, no es algo extraño que se generen conflictos, y éstos pueden tener su origen en muchas causas, que en numerosas ocasiones, acaban produciendo un círculo vicioso del que es difícil salir. Una de las causas más comunes es el estrés, trabajar bajo presión y ante la incertidumbre de no saber qué pasará al día siguiente, puede ser altamente perjudicial y causar muchos desequilibrios en la vida de la empresa. Si los miembros se encuentran estresados y descontentos, el rendimiento no será eficiente y los resultados deseados se verán cada vez más lejos en el horizonte.
La falta de comunicación es otra de las causas más comunes de conflicto en las empresas , porque los miembros o socios no llegan a conversar o negociar de manera adecuada sus inseguridades, opiniones o necesidades. Si estos aspectos pudieran negociarse de la manera correcta, sería posible evitar que se agravaran los conflictos. A su vez, estos factores pueden afectar si los miembros de la empresa no saben delegar sus tareas, algo muy frecuente cuando no están bien distribuidas; o que puede suceder al comenzar, pero que eventualmente debe cambiar, para afrontar las necesidades que supone la vida empresarial. Poder delegar a otros las distintas labores es esencial, para que ningún miembro tenga que trabajar bajo una enorme presión, o se encuentre abrumado debido a la cantidad de desafíos que debe afrontar en el día a día. Ayuda de un coaching
El coaching empresarial se lleva a cabo con la intervención de un coach que se encarga de acompañar a su cliente o conjunto de clientes, evaluando la situación en la que se encuentran. En estos casos, en los que los conflictos antes mencionados efectivamente están sucediendo, se elabora un plan para seguir acorde a los objetivos de la empresa. Con el paso del tiempo y siguiendo este plan, se podrán trabajar diferentes competencias para que la vida empresarial pueda ver una mejoría . Entre estas competencias, podemos destacar el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, el foco en el cliente, la orientación a los resultados, la intuición empresarial, la iniciativa e innovación (esenciales para el mercado actual), la empatía y la flexibilidad, entre otras. La intervención de un coach empresarial puede marcar un cambio muy significativo, y los resultados comenzarán a notarse tras un compromiso real con la empresa y su evolución.