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Cömert resucita con Suiza

El blanquivioleta fue el mejor de su selección contra España tras jugar en su zona específica: la defensa

Cömert se tira al suelo y despeja para impedir el tiro de Omorodion, durante el España-Suiza.AFP

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Valladolid

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Tras conocer que Eray Cömert iba a ser titular con la selección de Suiza frente a España, la duda residía en saber cuántos goles iban a encajar los helvéticos y qué porcentaje de ellos podían ser directamente achacables al futbolista blanquivioleta. La extrapolación era clara: si en su equipo prácticamente ni la huele, menos aún lo hará en un partido de selecciones, donde se citan los mejores de cada país.

Pues ocurrió todo lo contrario. Cömert fue el jugador suizo más destacado. No sólo fue inocente en los tres goles encajados (vio cerca el de Bryan Gil), sino que salvó alguno casi cantado. Dificultó el partido a Morata y Nico Williams, y amargó el debut a Samu Omorodion. El melillense se está saliendo con el Oporto, con el que lleva ocho goles en sendos partidos de la Liga portuguesa, pero ante Suiza no pudo ni rematar.

El ex del Atlético salió tras el descanso y no ejecutó ningún tiro. Ni a puerta, ni fuera. Tampoco pudo completar ningún regate y sólo se llevó ante Cömert uno de sus tres duelos, pero sin lograr tras él una posición franca de remate.

La acción más sonada entre ambos fue la jugada final, ya con 3-2, en la que Omorodion se va por velocidad en una contra y el blanquivioleta llega desde atrás como un bólido y se tira al suelo para rebañarle el balón sin hacerle falta, como puede verse en la fotografía adjunta.

Cömert, que jugó el partido íntegro como central derecho. Lo acabó con siete despejes, cuatro intercepciones de balón, dos entradas a rivales, sólo dos faltas cometidas y otras dos sufridas. Dio bien 41 de 49 pases (84%). De esos 49, ocho fueron en largo, cuatro de ellos certeros. Sólo le regatearon en una ocasión.

Es cierto que España ya no se jugaba nada tras ganar en Dinamarca, y que Suiza se sabía descendida en la Liga de las Naciones, por lo que los nervios en ambas selecciones eran mínimos. Sin embargo en los dos combinados había futbolistas con hambre por ganarse el puesto, entre ellos Cömert, llamado por la baja de dos centrales.

Por tanto el ritmo de partido no fue de eliminatoria de Eurocopa o Mundial, pero tampoco de pachanga. Un encuentro puede ser casualidad, pero Cömert también cumplió ante Serbia. Y hay que preguntarse por qué el jugador que parece un bulto sospechoso al que regalan la titularidad en el Real Valladolid, es el mejor de Suiza ante la selección más en forma del mundo, con todos los paréntesis ya comentados.

Quizá le ayude el hecho de jugar en su puesto específico de central, y no como mediocentro. También mejora sus prestaciones el contar con un plan claro de juego, aunque Suiza haya bajado muchos enteros tras perder piezas clave de su engranaje. Y surgen las grandes preguntas: ¿podrá verse esta versión de Cömert con el Real Valladolid? ¿Ocurre lo mismo con otros jugadores?