¿Punto de inflexión?

El sol - por fin - salió en Mendizorroza. Tras una victoria, la semana previa a la siguiente jornada se afronta de otra manera. El Real Valladolid estaba tocado anímicamente y sumido en una mala racha, pero el último triunfo ha levantado la confianza de la plantilla y se espera hacer de él un «punto de inflexión». El equipo vuelve a casa, donde pretende hacerse fuerte, y espera llevarse los tres puntos en el José Zorrilla. La última victoria en el feudo blanquivioleta fue en la primera jornada ante el Espanyol.

Desde su periscopio acecha el submarino amarillo, con el objetivo de romper la esperanza del Pucela para recuperar la suya propia. El Villarreal ocupa actualmente la cuarta posición y ha dejado muy buenas sensaciones en lo que va de liga. Sin embargo, encadena dos partidos sin ganar y viene de empatar contra el Getafe por un penalti en los minutos finales que transformó Arambarri, y que fue muy cuestionado por el técnico ‘groguet’, Marcelino.

Ofensivamente, es un equipo que puede hacer mucho daño a la espalda de la zaga del Real Valladolid. Además, recupera después de una lesión muscular a su hombre de ataque más importante, Ayoze Pérez.

La enfermería del Real Valladolid también se vacía poco a poco. Meseguer tuvo algunos problemas estomacales, pero estaría disponible para el partido. De la Hoz sigue con su recuperación y Cenk estaría a punto para volver y se le esperará hasta el último momento, por lo que podría entrar ya en convocatoria.

Con más efectivos disponibles, el Pucela deberá tratar de anular las ya comentadas virtudes ofensivas del rival e intentar atacar sus puntos flacos. Si bien es un equipo capaz de generar numerosas ocasiones de gol, también sufre bastante atrás y así lo reflejan los números. Ha anotado 18 tantos, pero, en cambio, ha recibido otros 18. Teniendo en cuenta el contexto táctico, se podría esperar un planteamiento más defensivo por parte de Pezzolano para tratar de sorprender al contragolpe. No obstante, al mismo tiempo es importante no pasar demasiados minutos defendiendo en bloque bajo.

Más allá de la teoría, el equipo tiene la oportunidad de demostrar en casa que ha dado un paso al frente.