Diario de Valladolid

¡El Pucela está vivo!

Gana tras remontar el 1-0 inicial y firma sus primeros puntos a domicilio en una prueba de carácter

Los jugadores del Real Valladolid celebran el 1-2, obra de Amallah.

Los jugadores del Real Valladolid celebran el 1-2, obra de Amallah.LALIGA

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Los gatos tienen siete vidas, pero se desconoce aún el número de las vidas deportivas de Pezzolano. Su estadía en el banquillo corresponde a un guión cinematográfico: cuando todo va de cara y no hace falta ni dar pedales para mejorar, la caída en picado está asegurada. Cuando las arenas movedizas cubren todo el cuerpo y amenazan con sumergir la cabeza, aparece la cuerda salvadora.

En resumen: al uruguayo no hay quien lo eche ni quien lo renueve.

Aunque haya tapado el resultado con la mano, con estas palabras sabrá que el Real Valladolid ganó en Mendizorroza. 70 años después, los pucelanos hicieron sonar las campanas de la catedral de Santa María, que no tañeron a muerto, sino a vivo. Porque el Pucela demostró ante el Alavés que tiene pulso, está lúcido y quiere luchar por conservar el pellejo hasta el final de la Liga.

No es el muerto que estaba tomando cañas de la canción de Peret, pero tampoco es ese enfermo terminal esperando la extremaunción, tras poco más de un cuarto de Liga consumido. Luchará hasta el final de Liga por la salvación pero en Vitoria ha demostrado que cuenta con argumentos para pelearla.

Tan importante como el triunfo y los primeros puntos a domicilio es la forma en que llegaron: remontando. Hasta esta jornada, recibir un gol significaba el preaviso de derrota segura. El Pucela de ayer hizo caso omiso al requerimiento y comenzó a carburar cuando se quitó de encima el bajón por el primer tanto del partido.

Apenas se habían acomodado los espectadores cuando Martín pierde de forma estúpida un balón en la zona de creación propia. Más bien se lo da a Toni Martínez, quien, tras un par de pasos, descerraja un disparo de balón raso y pegado al poste derecho de Hein. 1-0 en el minuto 6.

El juego del Real Valladolid era tal, que la única duda era por cuántos goles iba a perder. La salida de balón era un desastre. Martín y Cömert no conectaban con Moro, Amallah y mucho menos con Sylla, mientras que en la defensa de cuatro Chasco cumplía por detrás de un Anuar a la postre soberbio, que no dejó de trabajar, subir y defender por el flanco zurdo. Javi Sánchez volvía como pareja de Torres, con Luis Pérez al lado.

Poco a poco el Real Valladolid se fue estirando y merodeó por la zona de retaguardia local pero sin peligro. Hasta que Chasco envió un gran balón en profundidad a Anuar, derribado en el área por Sivera. Penalti. Sylla convirtió desde los once metros.

El partido se abrió hasta hacerse de ida y vuelta. Amallah y Martín tuvieron ocasiones para los castellanos y Guridi dos para los vascos.

El Pucela entró en la segunda parte con parecida caraja que en la primera y el Alavés marcó de nuevo a los seis minutos. La enésima pérdida en la zona de creación blanquivioleta dejó un pase franco de Vicente desde la derecha a Guridi, que marcó en boca de gol. El tanto fue anulado por un fuera de juego de centímetros y la afición local empezó entonces un enfado que acabaría siendo mayestático.

Los de Pezzolano despertaron por segunda vez, en un nuevo día de la marmota, y discutieron el cuero a los blanquiazul. Un balón aéreo cabeceado por Javi Sánchez impactó en el brazo de Guridi de espaldas. Penalti, marcado por Amallah. Era el minuto 72 y cuatro después llegó la puntilla, en una acción extremadamente bien trazada por sus cuatro protagonistas: Cömert roba al borde de su área, pasa a Meseguer, este abre en profundidad a Sylla, que pone un centro en el área para que Anuar, en forma de misil, remache llegando desde atrás a la red.

El 1-3 parecía de ciencia ficción pero era real. El tiempo añadido sólo valió para calentar al público y para el golazo a la media vuelta de Kike García, luego expulsado por doble amarilla.

Los nervios se pusieron de punta hasta el minuto 100, cuando acabó el encuentro, pero el Real Valladolid aguantó y ganó más que un partido. Ganó una vida, como Pezzolano.

FICHA TÉCNICA 

Alavés: Sivera; Tenaglia, Abqar, Diarra, Manu Sánchez; Guevara (Kike García, min. 77), Blanco (Jordán, min. 60), Guridi (Villalibre, min. 74); Vicente, Toni Martínez (Rebbach, min. 74) y Conechny (Luka, min. 60).

Real Valladolid: Hein; Luis Pérez, Javi Sánchez (Juma, min. 74), Torres, Chasco; Moro, Cömert, Mario Martín (Meseguer, min. 74), Anuar (Jurić, min. 88); Sylla (Latasa, min. 83) y Amallah (Kike Pérez, min. 74).

Árbitro: Melero López.

Tarjetas amarillas: Moro, Diarra, Manu Sánchez, Tenaglia, Latasa, Kike García (2) y Abqar.

Tarjetas rojas: Kike García (min. 99).

Goles: 1-0: Toni Martínez (min. 6). 1-1: Sylla (min. 17) (p.).1-2: Amallah (min. 72) (p.). 1-3: Anuar (min. 76).2-3: Kike García (min. 97).

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