70 años de espera

Hay estadios que para algunos equipos son un parque de atracciones en los que reina la felicidad absoluta hasta el pitido final y otros que se transforman en lo más parecido al último círculo del infierno de Dante. No entran en el comentario los recintos de los grandes, donde la derrota entra casi incluida en la entrada, sino de equipos de pelaje similar al protagonista. Rivales a los que tiene tomada la medida y otros a los que no hay forma de abordar por ningún flanco, haciendo de la costumbre, historia.

Rizando el rizo, existe otra categoría. La de los contrincantes asequibles en una división e inexpugnables en otra, en una bipolaridad difícil de explicar. O sea, el Alavés para el Real Valladolid.

La tarjeta de visita de los pucelanos en Mendizorroza está preñada de victorias en Segunda, pero sólo presenta un triunfo en Primera. Y fue en su debut en la élite, hace nada menos que 70 años, en la temporada 54-55. Después, castellanos y vascos disputaron nueve encuentros con unas cifras demoledoras en contra de los visitantes: siete derrotas y dos empates.

En la categoría de plata, la tortilla se da la vuelta. Nueve partidos depararon nada menos que cinco triunfos pucelanos, un empate y tres victorias alavesas. El dominio blanquivioleta en Segunda es incontestable.

A estos enfrentamiento en el feudo vitoriano hay que añadir otros tres en Copa del Rey, con los tres signos posibles: victoria vallisoletana en la temporada 79-80 (3-4), empate en la 03-04 (0-0) y triunfo reciente de los locales en la 22-23 (1-0) con gol de... Sylla, ahora en el otro bando.

Esa victoria del año deportivo 54-55 debe abrir el camino de los albivioleta. En aquel partido, disputado el 3 de octubre de 1954 y correspondiente a la cuarta jornada (cuando la Liga empezaba en fechas lógicas) El Real Valladolid obtuvo un sonoro triunfo por 1-4.

El francés y medio español Charles Ducasse, nacido en la casi fronteriza San Juan de Luz, abrió el marcador en el minuto 16 para el Pucela. Sus compañeros le llamaban Carlos.

Empató para el Alavés en el 48 Wilson Jones. Pese a su nombre y apellido, nació en la localidad orensana de Barco de Valdeorras, de padre inglés. La temporada siguiente lo fichó el Real Madrid pero sólo duró año y medio de blanco por la enorme competencia, estableciéndose después en el Zaragoza.

Poco le duró la igualada al Alavés, pues el inolvidable Lasala (once temporadas seguidas en el Pucela) convirtió el 1-2 en el minuto 50. El vizcaíno Lasúen firmó el tercer tanto castellano en el 75 y de nuevo Ducasse redondeó el marcador en el 88.

El partido no sólo es recordado por la goleada que a la postre ha hecho historia, sino por la lesión de Saso. En una época en la que no había sustituciones más que en la portería y por problemas físicos, Benegas salió para ocupar su lugar en el arco durante el cuarto de hora final.

Desde entonces todo ha sido terror en Mendizorroza en Primera División. Ese 1-4 dio lugar a nada menos que cinco derrotas continuadas: 3-0 (55-56) y, tras un salto de 23 temporadas, las consecutivas en cuatro años por 2-0 (98-99), 1-0 (99-00), 4-2 (00-01) y 3-1 (01-02).

El Real Valladolid rompió la dinámica en sus dos visitas siguientes al Glorioso. No ganó pero arrancó sendos empates: 1-1 (02-03) y, en un nuevo salto del calendario, 2-2 (18-19). En las dos temporadas siguientes volvieron las derrotas vallisoletanas: 3-0 (19-20) y 1-0 (20-21).

En la undécima visita liguera, el Real Valladolid deberá tomar nota de su comportamiento en Segunda en ese mismo escenario. Ganó 0-1 en la 68-69 y sumó otras cuatro victorias en una serie de cuatro visitas seguidas, aunque alternas en el tiempo: 0-5 (79-80, Liga del gran ascenso después de muchos años fuera de Primera), 2-4 (04-05), 1-2 (06-07) y 0 -2 (14-15) último triunfo en Mendizorroza. El único empate en la categoría de plata fue el 1-1 de la 61-62, mientras que las victorias blanquiazul llegaron por 3-1 (58-59), 2-1 (74-75) y de nuevo 2-1 (15-16).

Ambos equipos también se han enfrentado en categorías menores, fuera del ahora fútbol profesional.