El Real Valladolid quiere volver al carril
Los blanquivioleta intentarán superar la goleada de Barcelona con la recuperación de sus señas de identidad del inicio liguero para ganar al Celta
Javi Sánchez y Chasco, bajas
Cenk, ante Íñigo Martínez y Pablo Torre durante su estreno, en Barcelona.
Hay resultados en forma de banderillas de fuego, más dolorosos por la forma que por el fondo. Al Real Valladolid se las clavó el Barcelona en todo lo alto. Perder ante los azulgrana es habitual. Caer goleado es comprensible. Pero caer vapuleado por 7-0 y que lo mejor sea el resultado, con dos postes y otra tanto anulado, coloca a los pucelanos como si fuesen un Tercera Federación visitando a los culés en Copa del Rey.
El resultado dolió, y mucho. Pero, como en los toros, hay que recoger el ojo del albero y seguir toreando. En el recuerdo están la excelente primera parte contra el Espanyol y la correcta segunda, el buen partido del Bernabéu hasta la descomposición final y el apático 0-0 ante el Leganés, que recordó los encuentros del año pasado en Segunda.
Bien mirado, el Pucela ha ido de más a menos en cada encuentro y el Celta debe servir como test de fiabilidad para saber si sigue el picado o se retoma altura. Desmintiendo el tópico, todos los partidos son de la Liga del Real Valladolid (que se lo digan a Mallorca y Las Palmas, que empataron contra el Real Madrid) pero es cierto que los castellanos han recibido a los otros dos ascendidos y han visitado a los dos grandes. Malas comparativas para conocer su estado real.
El Celta servirá para avanzar en el diagnóstico. El celeste es un equipo alegre en ambas áreas, de forma que pondrá a prueba la calidad tanto de la defensa como del ataque blanquivioleta. Si vuelve a caer goleada, habrá que rezar, pues el muro es de papel. Y si no se marcan goles, tocará quedarse a vivir en la iglesia ante el arsenal de petardos en lugar de balas, de los tiradores blanquivioleta.
La penosa composición de la plantilla gracias al escondido Paulo André, el optimista Mazziotti y el deficitario Catoira ha deparado que el Real Valladolid vuelva a estrenar pareja de centrales. Boyomo es historia, como Tárrega, pero Javi Sánchez es presente y está lesionado. No se sabe para cuánto tiempo. Todo es secreto en este club, menos la publicidad. Cenk y Cömert son los llamados a celebrar su puesta de largo como pareja frente al segundo equipo máximo goleador, y en su casa. Como estrenarse de cazador ante cocodrilos en lugar de perdices. El filial Chasco, único lateral zurdo puro, tampoco estará. Un posible once pucelano lo forman Hein en la meta; Luis Pérez, Cömert, Cenk y Rosa en defensa; Martín, Kike y Amallah en la medular; con Amath y Moro en los extremos, y Sylla en ataque.
Claudio Giráldez, entrenador del Celta, elogió al rival. «Me gusta mucho, muy bien trabajado, con mucha personalidad y con distintas maneras de atacar. Sus posicionamientos no son demasiados habituales».