El sonrojo de Montjuic aviva el fuego en el Pucela mirando a los despachos

Nunca una goleada escoció tanto. Y no por el ridículo y sonrojo humillante vivido en Montjuic ante un FC Barcelona ‘aniñado’ que le pasó por encima para firmar la derrota más amplia sufrida por los blanquivioleta en Primera a lo largo de la historia. Sino porque era algo que se veía venir después de otra calamitosa gestión desde los despachos de Zorrilla en el cierre del mercado. El Real Valladolid parece abocado a ser siempre el ‘pupas’.

Como si de un tic nervioso se tratara, mirando a su bolsillo (o más bien el de Ronaldo), el cierre del mercado le vuelve, por un motivo u otro, a dejar en evidencia. El equipo estaba roto, incompleto tras la venta ‘in extremis’ de su mejor defensor, Boyomo, y sin un lateral zurdo, y Domingo Catoira, sumiso a la voz y mando del dueño, que puso en venta al club y no encontró oferta, salió de las oficinas de Zorrilla cuando todavía quedaban casi dos horas para el cierre del mercado.Todo el pescado estaba vendido y por tanto el Real Valladolid, por su incapacidad de equilibrar unas cuentas marcadas por los sueldos desmesurados de algunos jugadores que, además no juegan, firmados campañas atrás, quedó señalado. Y de aquellos barros, estos lodos.

Tras lo visto en Montjuic ante el Barca con el ya famoso y recordado ‘siete’ recibido (7-0) y en menor medida con el 3-0 del Bernabéu, posiblemente erróneamente ensalzado por el entorno, el Real Valladolid, por composición de plantilla, parece ser carne de cañón cuando tan solo se han disputado cuatro jornadas. Y todo con los cuatro milagrosos puntos que tiene en su saca tras medirse con sus dos compañeros de viaje de ascenso a Primera, Espanyol y Leganés, ya por encima de los blanquivioleta en la clasificación.

Catoira tuvo todo el verano para fichar a un lateral zurdo y no lo hizo. Lucas Rosa jugando a pie cambiado es solo un parche que terminará por despegarse ya sea por sanción, por lesión o porque el rival de turno sea capaz de buscarle las cosquillas.

La venta de Boyomo acabó por dinamitar la buena sintonía en un vestuario roto e hipotecado. Y para colmo de los colmos, Boyomo, con entrenamiento y medio con el Osasuna no es solo titular sino que mete un gol en la sufrida victoria ante el celta. Ver para creer.

Ronaldo equilibró con una aportación de seis millones parte del agujero negro provocado en sus cuentas la pasada campaña para poder tener más Fair Play. Aún así no bastó y el club se vio obligado a poner contra la espada y la pared a determinados jugadores (solo a determinados) para que difirieran o aplazaran sus pagos. Pan para hoy, hambre para mañana. Migas para hoy, como se ha demostrado, y otro problema diferido para el mercado de la próxima temporada para quién esté, Catoira o el director deportivo de turno, con Ronaldo o sin Ronaldo.

Pero la quiebra de la gasta ahora aparente (solo aparente) buena sintonía llegó en la previa de la debacle en Montjuic. Y lo hizo de boca del conformista Pezzolano que, entre líneas, dejó al descubierto el desaguisado de una plantilla totalmente descompensada en el que pedía, ya sin tiempo de reacción, no solo a un lateral izquierdo sino a otro central (Torres y... ya Cömert están señalados) y un extremo derecho. Ver para creer.