Diario de Valladolid

El Barça ridiculiza (7-0) al Real Valladolid

El equipo de Pezzolano sale escaldado de su visita al Olímpico de Montjuic encajando una goleada de escándalo (7-0), la mayor de la historia del Real Valladolid en Primera, que aún pudo ser mayor con un gol anulado y tres postes de un Barça imperial

El jugador del Real Valladolid, Chuki,  abatido mientras el FC Barcelona celebra uno de sus siete goles.

El jugador del Real Valladolid, Chuki, abatido mientras el FC Barcelona celebra uno de sus siete goles.LOF

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De lo sublime (si se puede llamar sublime a la resistencia del Real Valladolid en el Bernabéu antes de ser goleado) al ridículo solo hay un paso. Y ese paso lo dio un timorato y ridículo Real Valladolid convertido en un pelele (muñeco de trapo) en manos de un FC Barcelona que no solo no encontró oposición sino que jugó a placer, gustándose de cara a la galería. 

Y es que la derrota por 7-0 en Barcelona, que aún pudo ser mayor con un gol anulado al Barça más tres balones repelidos por los postes,  es la mayor derrota del Real Valladolid en Primera División, igualadas a las sufridas también por 7-0 ante el Real Madrid en la campaña 07-08 y ante el Atlético Madrid por partida doble en el fútbol en llamado blanco y negro en las temporadas 50-51 y 57-58.

El Real Valladolid ni siquiera como por momentos, solo por momentos, se vio en su ilusionante estreno en el Bernabéu puede presumir de un querer y no poder. Porque el Real Valladolid, sin la referencia de Boyomo (qué casualidad), fue un agujero negro en defensa, en cada acción, retratado una y otra vez  Javi Sánchez y sobre todo un Cömert que demostró que no está para estos trotes.

Pezzolano sacó el paraguas de inicio en Barcelona como lo hiciera días atrás con cierto éxito en el Bernabéu. Pero en aquella ocasión estaba Boyomo y posiblemente el Real Madrid, como ha demostrado ante el Mallorca y Las Palmas no es el Madrid que todos conocemos, aún con Mbappé.

El rácano Real Valladolid, de nuevo con el autobús plantado en torno a la portería de Hein, fue en esta ocasión un coladero. Cuando apenas se habían consumido 5 minutos Olmo ya avisó con un remate al palo. Y a los 9 al propio Olmo le anulaban un gol por un fuera de juego milimétrico. Esas dos jugadas anunciaban el principio del fin para un  Real Valladolid timorato, descolocado, rque perdía el balón cada vez que presionaba el conjunto de Flick. Fue a los 19 minutos cuando una diagonal buscando la espalda de la defensa del Real Valladolid abrió una lata capaz de acoger un carrusel de goles. Raphinha, a pase filtrado de Cubarsí y en el que la defensa se quedó arada siguiendo solo impotente Luis Pérez, anotaba el 1-0. Colorín, colorado este cuento se había acabado. Así de claro, así de crudo. 

Porque el Real Valladolid, ridiculizado dependía única y exclusivamente de Moro, otro islote en la inmensidad del océano del estadio Olímpico Lluís Company. Porque solo cuatro minutos después llegó el 2-0 obra de Lewandowski ganando de nuevo la espalda a la irrisoria defensa blanquivioleta, ayer blanca en el estreno de su segunda equipación. Un estreno, por cierto, maldito para no olvidar.

Pezzolano, incapaz de leer el partido de un Real Valladolid que no cerró espacios quedando en evidencia una tras otra por el centro, no corrigió ,mientras el FC Barcelona, gustándose en cada acción fue en camino de la que puede ser la goleada de la temporada cuando ni siquiera se han consumido cuatro jornadas. El 3-0 al filo del descanso (minuto 45 + 2) fue el reflejo de la impotencia del eje defensivo del Real Valladolid, en un balón dividido que supo aprovechar tras un corner Koundé.

El descanso no sirvió para corregir errores como no lo fue la pausa de hidratación en la que un desgañitado Pezzolano se desesperaba por las facilidades de su equipo. En la segunda mitad el Real Valladolid fue aún peor que en la primera. El Barça robaba cada disputa en sus presiones y el Real Valladolid, incluso se permitió el lujo de regalar balones en sus salidas con un Cömert infame y totalmente superado. Los goles fueron cayendo en la humillante goleada encajada. Raphinha por partida doble para firmar un hat- trick (minutos 64 y 72), Dani Olmo (min.82) y Ferrán Torres (min.85) se  unieron a la fiesta azulgrana.

Una imagen del partido jugador por el Real Valladolid ante el Barça en Barcelona.

Una imagen del partido jugador por el Real Valladolid ante el Barça en Barcelona.LOF

Las entradas de Latasa, Chuki y Mario Martín no sirvieron para aportar nada. Como los incomprensibles cambios a dos minutos para el final del recién incorporado  Cenk para intentar (ya veremos) tapar el vacío dejado por la venta de Boyomo y Meseguer, este último por un Raúl Moro, de nuevo reventado.

Una derrota sangrante que de forma inevitable lleva al Real Valladolid, a Ronaldo y a su director deportivo Domingo Catoira, cuanto menos, al rincón de pensar. Y es que esto no ha hecho más que comenzar. Los cuatro puntos en la saca del Real Valladolid no pueden llevar a engaño porque la imagen ante el Barça fue patética y preocupante, muy preocupante.

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