Cirugía estética para el José Zorrilla
El club destina 990.000 € de los fondos CVC para remozar toda la fachada exterior del estadio sin esperar a las obras de cerramiento y mejora pendientes aún de aprobación / Las obras comienzan el lunes
El Real Valladolid puso al día el interior del estadio en los últimos años, transformándolo en un entorno bonito y cómodo, pese a las limitaciones de una construcción de 42 años. Porque el Nuevo Zorrilla, como algunos lo siguen llamando, ya es viejo.
Ahora le toca el turno al exterior, que parece una fábrica abandonada de los años 50. Y de forma instantánea. Las obras se inician el lunes y se extenderán hasta mediados de septiembre, con la Liga ya comenzada. Está por decidir que el club pida que los primeros partidos se disputen fuera, como el año que eliminó el foso.
Entre la cirugía total con cambio de cara, planeada por club y ayuntamiento, y dejar las cosas como están, se ha optado por lo intermedio: el lavado de cara y pequeños pero vistosos retoques, como inyecciones de bótox. Esta obra de intervención rápida no paraliza los planes de ese Minibernabéu de techo cubierto.
El Real Valladolid informa de que invertirá este verano «990.000 euros en renovar la fachada completa por sus cuatro frentes del templo blanquivioleta, con el objetivo de dar uniformidad estética y transmitir una imagen moderna que resalte la pasión por el Pucela.
De la mano de la empresa Molcaworld, con amplia experiencia en proyectos de revitalización, se dejará atrás el gris actual para dotar de identidad corporativa al exterior de Zorrilla. Con los colores del club como protagonistas, la casa de todos los blanquivioleta lucirá tan bonita por fuera como presume por dentro.
Las obras en la fachada arrancan este junio y se prolongarán hasta mediados de septiembre, financiadas con la partida de los fondos CVC que corresponde al Real Valladolid, enfocados en mejoras en infraestructuras. Son más de 11 millones de euros los que el club ha destinado en los últimos seis años a mejorar la comodidad de los aficionados tanto en Zorrilla como en los Anexos, y a modernizar las instalaciones que disfrutan abonados, seguidores, jugadores profesionales y de cantera, y todos los que visitan el estadio a lo largo de la temporada».
El club describe así a Molcaworld: «Se trata de una empresa especializada en dinamizar y modernizar estadios deportivos y proyectos de creatividad, que asume gracias a su equipo de profesionales todo el proceso de creación. La empresa valenciana ha trabajado en algunos de los estadios más importantes del país y, más allá del fútbol, en eventos deportivos y empresariales internacionales de primer nivel, trabajando para potenciar marcas de prestigio como LaVuelta, Fifa, Ferrari, Fórmula 1, Panasonic o Coca-Cola, entre otras».
La experiencia de Molcaworld en el mundo del fútbol es grande. Ha trabajado con Real Madrid (ciudad deportiva), Atlético, Celta, Valencia, Levante, Sevilla, Betis, Osasuna, Mallorca, Espanyol, Málaga o Ponferradina. Y ya ha intervenido en Zorrilla. Esta firma es la responsable de los paneles y decoración del túnel de salida al campo, el pasillo de jugadores, la zona mixta, las áreas VIP, la zona de abonados y los escaparates de las tiendas.
El club pretende que este imprescindible aggiornamento del exterior del estadio quede amortizado con el tiempo de espera para esa intervención definitiva que lo convertirá en un recinto futurista. Su intención es que las obras del cierre del fondo sur comiencen el próximo verano.
El interés de los actuales dueños del Real Valladolid desde su llegada era hacerse con la propiedad del estadio, para añadir patrimonio a sus activos y vender en un solo paquete el club y el recinto. La operación era imposible por ser el suelo de titularidad municipal. Entonces la estrategia varió a un nuevo convenio de cesión de los terrenos del estadio y la futura ciudad deportiva por 50 años que aún no se ha firmado... y es difícil que se rubrique hasta que no haya constatación de que Ronaldo sigue o, si se va, se sepa quién es el comprador.
Ante la incógnita, el Real Valladolid ha optado por envolver el objeto, al estilo del desaparecido Christo, pero con papel de regalo y un bonito lazo virtuales. Si Ronaldo vende el club, al comprador le entrará mucho mejor por el ojo Zorrilla con su mejora (o el proyecto, si se realiza antes la transacción) que el remedo de factoría soviética actual. Y si no lo vende, el presidente y los abonados contarán con un estadio mucho más acorde, al menos en su caparazón, a lo que debe ser la Primera División española bien entrado el siglo XXI.