Primera bola de ascenso
Los blanquivioleta serán de Primera si ganan al Villarreal B y el Sporting derrota en El Molinón al Éibar / Con otros resultados, los de Pezzolano se la jugarán en Tenerife / La afición llenará Zorrilla y recibirá al autocar del equipo con mil globos, bufandas y banderas
El sueño del Real Valladolid puede llegar al contado o a plazos. La primera forma de pago se dará hoy si los blanquivioleta ganan al Villarreal B, al tiempo que el Éibar hace lo mismo con el Sporting. Los de Pezzolano serían entonces de Primera, contra todo pronóstico hace dos meses, cuando su equipo estaba fuera hasta de la promoción.
Una temporada compuesta de vaivenes depositaría al Pucela en Primera por tres circunstancias principales: su excelente racha como local, el mejor con 44 puntos; su última racha sin encajar goles: dos en nueve partidos, ninguno perdido y, obligado es decirlo, la mediocridad de una Liga en la que en mes y medio bueno se puede pasar del séptimo puesto al liderato. En este caso la igualdad nace de la falta de calidad, no de la excelencia. Lo bueno es que en escasos meses eso se olvida. Lo que quedará para siempre es la clasificación final.
La otra vía de ascenso a plazos llegaría si Real Valladolid y Éibar ganan los dos o pierden ambos. Si ganan, todo quedaría aplazado entre ellos a la última jornada, junto con el líder Leganés. Aunque pierda, el cuadro madileño seguiría entrando en la quiniela del ascenso directo.
En el caso de sendas derrotas de pucelanos y armeros, los castellanos seguirían dependiendo de sí mismos, pero con la posible entrada de otros tres actores en este cuadro final: el Leganés si empata o pierde en Ferrol, el Espanyol si empata o vence en casa del Amorebieta y el Racing de Santander si gana en El Sardinero al Zaragoza. El sexto, Oviedo, ya está excluido del ascenso directo. Su lucha es no quedar apeado por el vecino Sporting de la zona de promoción.
El gran arma del Real Valladolid es que no necesita tirar de números propios y ajenos para ascender. Cuenta con un camino directo y meteórico hacia Primera División sin que nadie se le cruce peligrosamente por el medio, con el consiguiente riesgo de colisión. Si gana sus dos partidos ante Villarreal B y Tenerife, ya pueden hacer los demás maravillas, que será de nuevo equipo de la élite. Con 75 puntos, sólo le podría superar el líder Leganés, y para ello también debería vencer en sus dos encuentros en Ferrol y en Butarque ante el Elche.
Parece que Pezzolano ha interiorizado lo ocurrido el año pasado por especular en los dos últimos partidos ante Almería y Getafe. Dos encuentros en los que el Real Valladolid no tiró ente los tres palos, empató sin goles y descendió a Segunda.
Esta vez, sea motu proprio o de forma inducida por sus superiores, parece que huirá del rol pasivo e intentará llevar la iniciativa tanto contra el segundo equipo del Villarreal como en Tenerife, si se juega allí el ascenso.
Esta tarde Zorrilla hervirá esperando el triunfo de los suyos y el del Sporting para que la fiesta sea en casa. Habrá lleno, motoristas escoltarán el autocar del equipo y la afición le espera a la entrada del estadio con mil globos, banderas y bufandas. La afición se merece el ascenso.