El partido del año para el Real Valladolid

El Real Valladolid no juega esta tarde un partido. Juega el partido. No es una final, porque en esta Segunda de mediocridad y emoción cada herida se cura en una semana y cada sano se rompe en una jornada, pero es lo más parecido a ella: el típico encuentro de siete puntos. Los que gana uno, los que deja de ganar el otro y el del golaveraje.

Si el Pucela derrota esta tarde al Espanyol, habrá conseguido mucho más que sumar su sexta victoria consecutiva y acabar con la racha de doce partidos sin perder de los barceloneses. Se habrá asegurado como mínimo el coliderato y puesto nueve puntos de ventaja con los pericos, que serán los que resten por disputarse. Si los castellanos ganan además el golaveraje, lo que no parece fácil (perdieron 2-0 en Cornellá), serán inalcanzables para el Espanyol, excepto en triples o cuádruples empates.

Si por contra el Pucela pierde, el Leganés puntúa y el Éibar gana, los de Pezzolano ya no serán dueños de su destino, como ahora. En el caso de que madrileños y guipuzcoanos hagan pleno en los tres partidos restantes, de nada le valdría al Real Valladolid ganar a Alcorcón, Villarreal B y Tenerife. Habría perdido el tren del ascenso directo.

No son más que cuentas de la lechera en una categoría de resultados impredecibles en la que cualquiera puede ganar a cualquiera. Incluso el colista al último.

El Pucela debe manejar la mayor presión del Espanyol, al que se le escapan los sucesivos trenes hacia el ascenso directo y que debe agarrarse al último como sea, para jugar con control pero sin pachorra, administrando la angustia del rival. El conjunto blanquiazul alberga al mejor elenco de la categoría pero se ha demostrado que no es el mejor equipo. ¿Quién lo es? Cada jornada cambia. Así está la Liga, de bien y de mal.

Los planes de Pezzolano siguen siendo inextricables, pero sus cinco victorias consecutivas y el candado de casi siete partidos completos sin encajar gol le otorgan el suficiente crédito para confiar en lo que disponga sobre el campo, guste o no.

Como siempre desde hace meses, no sólo es secreta la alineación, sino también la convocatoria. Lo único seguro es que Negredo será el delantero titular... porque no hay otro. Con Marcos André lesionado al menos por dos o tres semanas y Sylla en vías de recuperación, la alternativa desde el banquillo al ex internacional parece llegar con el sello del Promesas. Salazar, Arnu y Paredes son quienes cuentan con más posibilidades. El último alguna menos , pues fue Pezzolano quien aportó su nombre, sin mediar pregunta.

En defensa el míster indicó que Javi Sánchez está recuperado. Si es cierto y la afirmación no responde al 10% falso que él mismo se atribuye para despistar al rival, volverá a la zaga, por Boyomo. Javi Sánchez es el central que más le gusta.

Un posible once, con la vuelta de Meseguer tras cumplir sanción, es el formado por Masip en la portería; Luis Pérez, Tárrega, Javi Sánchez y Escudero en defensa; Meseguer, Oliveira y Monchu en el trío de mediocentros; con Moro y Anuar en los extremos, y Negredo en punta.

El jugador número 12, del que ya no quiere hablar el míster, calentará desde las dos de la tarde al lado. Y ese nunca falla.