El coliderato espera al Real Valladolid
Los blanquivioleta igualarán a 64 puntos con el Leganés si ganan al Huesca / El Éibar puede unirse a ellos si vence en Albacete / Amath y Marcos André, posibles novedades
Jugadores blanquivioleta celebran uno de los goles marcados al Zaragoza en Zorrilla.
Jornada 31. El Real Valladolid pierde por 2-0 ante el Racing de Ferrol en un partido penoso que pone por tercera ocasión en la temporada a su entrenador, Paulo Pezzolano, entre la espada y la pared.
El Pucela, con siete puntos sumados de los quince últimos, sale de la zona de promoción para caer al séptimo puesto, con 48 puntos. El sexto, Burgos, está a un punto, pero la distancia mínima con el ascenso directo, marcada por el Elche, segundo, es de cinco. Y el líder, Leganés, parece hallarse en otra órbita con sus 56 puntos. Ocho más que los blanquivioleta.
Seis jornadas después, el Real Valladolid puede empatar con el Leganés a 64 puntos y ser colíder, a expensas de que el Éibar se les una si por la noche se anota la victoria en Albacete. Los pepineros cedieron un empate el minuto 99 ante el Zaragoza. Su quinta igualada consecutiva para sumar cinco puntos de quince posibles. Con triple empate, los de Zorrilla seguirían terceros.
Lo que era un sueño, casi una utopía, se ha convertido en una posibilidad que el Pucela no debe dejar escapar en su lucha por el ascenso directo. Aparte de la justita calidad de juego, magnitud secundaria a estas alturas de Liga en las que no se mejora, sino que se compite, el rasgo que mejor define a los castellanos esta temporada es la irregularidad. Y parecen haberla aparcado.
El Real Valladolid es el mejor equipo de las últimas cinco y diez jornadas. Compite mejor, lleva tres victorias consecutivas (dos a domicilio), casi cinco partidos imbatido (448 minutos) y no pierde desde ese viaje a Ferrol. Todos los equipos de arriba han vivido su racha positiva y a los blanquivioleta les faltaba la suya, aparte de la de las cinco victorias seguidas del inicio liguero. Parece que le llega justo a la hora del esprint final , cuando se hace más necesaria.
Los jugadores son conscientes de la importancia del envite y ya han adquirido una dureza competitiva que parece haber llegado para quedarse. Las bajas (que se sepan) son las de los lesionados Biuk, Sylla y Kenedy, más el sancionado Juric. Es posible que Pezzolano repita el once ganador de Amorebieta con las únicas variaciones de Amath por Anuar y Marcos André por Negredo, a expensas de que Javi Sánchez haya mejorado de sus problemas de espalda y recupere el puesto que ocupó Boyomo en Lezama.