Pezzolano reconoce que miente

Pezzolano miente. No lo dice nadie ajeno. Lo reconoce él mismo. Pezzolano miente, pero por un bien mayor: el Real Valladolid.

Hasta ahora los entrenadores blanquivioleta no necesitaron mentir para lograr objetivos. Les bastaba con no contar lo que no les convenía. Pero, cuando les preguntaban, respondían la verdad. Y estaban en Primera. Y hasta en Europa.

Pezzolano se ha zambullido de cabeza en la época de la postverdad, que es la manera amable de llamar a la mentira. Como esto va sólo de fútbol, mejor no recordar el pelaje de quienes supeditaban la verdad a sus intereses.

Pregunta: «El otro día dijo usted que estaban todos bien pero luego se supo que Sylla, ni había entrenado, ni podía entrenar. Son varias las ruedas de prensa en las que ha mandado mensajes contradictorios de futbolistas que no estaban para jugar y usted los ha tenido en cuenta en la lista. ¿Es una forma de despistar al rival? Porque también es una forma de impedir nuestro trabajo y de que no esté bien informado el abonado del Real Valladolid».

Respuesta: «Yo no trabajo para que ustedes estén bien informados. Trabajo para que el Valladolid gane. ¿Qué quiere decir esto? Que si tengo que esconder cosas para que el rival no sepa... No es lo mismo, si tengo que preparar un juego (partido), marcar a Sylla, a Negredo o a Marcos André. Son diferentes características. Son pequeños detalles que pueden sumar. Voy a hacer todo lo máximo y creo que el abonado va a estar muy contento, por más de todo lo que suceda en el ambiente (gritos pidiendo su dimisión) de que yo esté cuidando al club».

Y éste fue su corolario. «No me importa nada. Yo vengo a trabajar por el Real Valladolid, por estos jugadores, y es lo que me importa. Si tengo que esconder cosas, las voy a esconder por el bien del Real Valladolid. Ni por mí, ni por nadie».

La siguiente pregunta era obligada: ¿Mejor que no se le diga nada sobre lesionados para no tener que mentir? Pezzolano se siente a gusto en esta charca. «Si se fijan, esto ha ocurrido con Sylla y una o dos veces más, en cuarenta conferencias. No es todo mentira. El 90% es la realidad. Lo que pasa es que hay detalles que prefiero no contarlos. Pregunten lo que tengan que preguntar y yo contesto lo que pueda y lo que sea mejor para el club».

¿Cómo saber si los porcentajes no son al revés? ¿Cómo creer a alguien que reconoce que miente? Mejor obviar sus comentarios sobre los que están a la orden y los que no, para no empujar al lector al error.

Fácil caer en él cuando Pezzolano contestó así a la pregunta sobre la reciente epidemia de lesiones musculares en el equipo y si es debida a la carga de trabajo. Amath sale de ella pero han caído en una semana Sylla, Biuk y Kenedy. «Hay factores de riesgo. Saben que tuvimos el Ramadán un mes. Después tenemos a jugadores que viene de pocos minutos en temporadas anteriores. Y somos unos de los equipos con menos lesiones de Primera y Segunda. No sé si estamos en el top 2, 3 o 4. Fueron tres lesiones juntas y parece catastrófico, pero está dentro de lo normal. Si no tuviéramos lesiones, es que no estaríamos dando el cien por ciento».

Es decir, el que no se lesiona, flojea trabajando. Por otra parte, el Ramadán no afecta a Biuk y Kenedy, a no ser que hayan abrazado la fe de Mahoma en la última semana. Y si hay jugadores que vienen de pocos partidos en la 22-23, como Sylla, razón de más para administrarles los minutos y no hacerlos jugar a full ante el riesgo de lesión.

«Tenemos un área de salud y rendimiento top. Todo los que trabajan allí son espectaculares. Son profesionales y saben mucho», apostilla.

Los golaverajes comienzan a ser protagonistas y el míster responde así sobre si se arrepiente de no buscar el quinto gol ante un Éibar con 10 para igualar el resultado de Ipurua. «Hay que planificar las cosas antes de que pasen. Después, es muy fácil. Si lo queremos pensar con el diario de lunes... ¿y si nos hubieran hecho el segundo?». Para el técnico ayer fue el día de la prensa.

El uruguayo también habló del Amorebieta. «Este partido, como los pasados, es superimportante para nosotros. Sabemos que vamos a un campo muy complicado ante un equipo que lo viene haciendo muy bien con y sin pelota. Es un equipo muy difícil en bloque bajo, pero también es peligroso cuando tiene balón. Están en su mejor momento pero confiamos en lo que podemos hacer. Vamos confiantes porque tenemos que sumar de a tres».

«Con una mentira es posible que engañes a alguien; pero cualquier mentira te dice a ti mismo una gran verdad indiscutible: eres débil». Esta última frase no es de Pezzolano. Es de Tom Wolfe. Escritor. Y también periodista.