Un Pucela con pocas balas

Una de las alineaciones lógicas del Real Valladolid, sin abandonar ese 4-3-3 al que Pezzolano permanece fiel en los últimos tiempos, contemplaría un ataque formado por Biuk y Amath en los extremos, con Sylla en punta. Este trío jugó con éxito contra Sporting en El Molinón (1-1) y Oviedo en Zorrilla (3-0).

Después, los experimentos de doctor Bacterio del míster llevaron sentar a Biuk en Andorra para dar entrada a Anuar, con el fracaso del 2-1 con remontada final. No se ha vuelto a repetir este trío de ataque. Ni se podrá, al menos a corto plazo. Tampoco dos de ellos. Ni siquiera uno.

Los tres están lesionados.

A las bajas consabidas de Amath y Sylla, escondida ésta por enésima vez por Pezzolano, se juntan las de Biuk y Kenedy, lesionados ante el Eldense. A falta de la exploración y el dictamen médico, que como siempre se desconoce si se harán públicos o no, la impresión es que ambas lesiones musculares pueden dejar inactivos a los dos jugadores durante varias semanas. También a Sylla, lesionado esta semana. Amath ultima su recuperación. Al menos ésa es la información que se facilita desde el club, pues los entrenamientos siguen cerrados con siete llaves.

Biuk fue sustituido en el minuto 28 frente a los alicantinos, mientras que Kenedy, que entró en el campo en el 68, jugó cojo de palomero los últimos minutos ya que Pezzolano había efectuado los cinco cambios. Le pudieron decir desde el banquillo que bajase al menos hasta línea de medios para ayudar a defender ante el acoso del Eldense, pero le dejaron arriba cuando no podía ni correr y quizá lo que hizo fue agravar su problema muscular.

Las lesiones se han convertido en un compañero recurrente de la plantilla en los últimos tiempos, en especial las de aductores. Puede ser casualidad o un error en el trabajo físico con la plantilla.

Lo importante es que el Real Valladolid ha perdido cuatro piezas de ataque en plena recta final de Liga. Sin Amath, Silla, Biuk y Kenedy, el míster Pezzolano cuenta con los delanteros Marcos André y Negredo, más el refuerzo del filial Salazar; el extremo Moro, condenado a la inactividad (fue el mejor el sábado junto a Monchu, pero porque se lesionó Biuk) y el falso extremo y real interior Iván Sánchez.

A este grupo se puede unir Meseguer, con ese nuevo rol secundario de mediapunta, junto al polivalente Anuar, de natural mediocentro defensivo, coartada del míster para ponerlo en zona ofensiva cuando piensa en el ataque como modo de defender.

Hasta que el sábado poco antes de las 13 horas Pezzolano no facilite su once ante el Amorebieta, se desconocerá cómo formará el Real Valladolid en su zona ofensiva. Iván Sánchez, Moro y Marcos André son una opción frente al mejor equipo de las últimas cinco jornadas, con 13 de 15 puntos posibles. Buena coartada para echarse atrás.