El Real Valladolid necesita aprender a ganar
Los blanquivioleta no suman dos victorias seguidas desde el 11 de noviembre y deben derrotar al Levante para no descolgarse de la zona alta / Vuelven Tárrega y Biuk
A Primera División no se sube a brinquitos sino a zancadas de triple salto, uno por cada punto que se suma en la victoria. El Real Valladolid guarda una relación amor-odio con esta suerte del fútbol. Gana bastante (15 partidos de 32) pero casi todo en casa (11). Y, sobre todo, le cuesta un mundo sumar victorias seguidas, logro imprescindible para el ascenso.
Su récord es de cinco triunfos consecutivos, inscritos entre las jornadas 6 y 10 ante Cartagena, Oviedo, Burgos, Eldense y Mirandés. Cuando parecía que el cohete despegaba, llegó el petardazo. No volvió a ganar partidos seguidos (sólo dos) hasta las jornadas 14 y 15, ante Tenerife y Racing de Santander.
Desde esa victoria en Cantabria del 11 de noviembre, los de Pezzolano no han vuelto a ganar de forma consecutiva. Unas cifras impropias de un equipo que puja por el ascenso. Ya son cuatro meses y medio sin sumar seis puntos de seis. Los que lleva el Amorebieta en sus dos últimos encuentros.
El Pucela está obligado a lograr ese pleno de 6, y más repitiendo como local. La clasificación está estrujada en su cabeza. Entre el segundo y el décimo median 5 puntos. Ganar supone una inyección extra para soñar con el ascenso directo.
Ese efecto Zorrilla debe ayudar ante un Levante eufórico tras ganar 3-2 al Elche después de ir perdiendo 0-2. Pezzolano puede repetir alineación después de su buen funcionamiento frente al Éibar en la segunda parte, aunque lo más probable es que introduzca alguna variación, como Tárrega. Y siempre dispone ciertos puestos según las características del rival. Juegue quien juegue, la victoria es obligada para evitar la promoción... por arriba.