Pezzolano se sentará en el banquillo contra el Éibar
El uruguayo alarga su estancia como entrenador blanquivioleta al menos hasta el próximo domingo por decisión de Ronaldo / Paulo André es su principal valedor / Se prevé un ambiente muy cargado en Zorrilla
Paulo Pezzolano y Bruno Mazziotti bajan juntos la rampa de los Anexos.
Paulo Pezzolano seguirá como entrenador del Real Valladolid al menos durante otra jornada. El club ha decido prorrogar su estancia en el banquillo pese al clamor general para su destitución y dirigirá el encuentro frente al Éibar en Zorrilla, donde el Real Valladolid ha mostrado su mayor fortaleza en la Liga, siendo el segundo mejor local, con 33 puntos en 15 partidos.
En el caso de ganar, el siguiente encuentro será también en casa, frente al Levante. Después llegará el desplazamiento a Cartagena. Pese a la debilidad del equipo blanquinegro, el conjunto castellano es un desastre a domicilio. Si Pezzolano llega vivo a esa cita, puede ser su examen final... a no ser que Ronaldo desee dar continuidad al técnico hasta la conclusión de la Liga, como hizo con Sergio cuando el equipo descendió.
Porque el míster uruguayo no ha sido ratificado hasta final de temporada. De hecho nadie del club ha realizado declaraciones sobre su futuro, que parece seguir la senda del simeonismo, también abrazado por Pezzolano, del partido a partido.
La confirmación de la continuidad del técnico fue dada por el gerente Bruno Mazziotti a su salida del estadio al final de la mañana y se debe a la decisión personal del presidente Ronaldo Nazário, tras evacuar consultas con Paulo André en Brasil, donde se encuentran ambos.
Éste, que guarda una estrecha relación personal con Pezzolano, ha sido su gran valedor para que el presidente tomase postura, pues el charrúa ha perdido todos los apoyos desde dentro del club en Valladolid. El director deportivo Catoira sigue escondido pese a ser el portavoz deportivo del club y el CEO Fenaert continúa en la sombra, como siempre que hay problemas.
Esta decisión corre el riesgo de convertir el partido contra el Éibar en un infierno, si las críticas de la grada hacia el míster se amplifican respecto a las numerosas ya existentes. Entonces los gritos puede dirigirse al palco en lugar del banquillo, por el precioso tiempo perdido. Ronaldo tiene previsto acudir al encuentro que puede reenganchar al Pucela a la lucha por el ascenso directo o bien dejarlo casi abocado a disputar la promoción... si lo consigue entre la maraña de equipos que optan a ser uno de los seis primeros.
La mañana fue peculiar en Zorrilla, con el telón de fondo de la falta de información. En una semana con todos los entrenamientos a puerta cerrada, Pezzolano accedió a los Campos Anexos con normalidad y gesto serio para dirigir la sesión. Salió de la misma, como recogen las imágenes de La8 TVCYL mucho más relajado, acompañado de Mazziotti, quien se acercó a la zona de trabajo del equipo para presumiblemente comunicarle su continuidad.
El gerente se dirigió después a las oficinas del club y Pezzolano se paró para hablar con Mariano, uno de los aficionados que suelen acudir a los entrenamientos a puerta abierta. Apoyado el seguidor en una muleta, el míster se interesó por su estado de salud y ambos se emplazaron a tomar un café, antes de una cálida despedida.
Fue entonces cuando Pezzolano, solo, entró en la zona de vestuarios tras dar dos palmetazos liberadores de tensión a la puerta metálica y pronunciar un sonoro: «¡Vamos arriba!».
Sin más información, comenzaron entonces las conjeturas y la interpretación de esas palabras, como los oráculos romanos que desentrañaban el futuro estudiando las vísceras de las aves. ¿Era que se iba? ¿Era que se quedaba?
La salida de las oficinas de David Espinar, director del Gabinete de Presidencia y Portavoz Institucional, no sirvió para aclarar nada. Como en la víspera, durante la rueda de prensa de presentación del Fondo de Animación. El dirigente dijo lo mismo, que no sabía nada, durante el rato largo que se quedó hablando.
La confirmación de que Pezzolano sigue la dio después Mazziotti, pidiendo que fuese una conversación off the record.
Nadie en el Real Valladolid ha dicho nada de forma oficial, aunque por otra parte pueden argumentar que no hay nada que comunicar. No es noticia que un entrenador siga, sino que sea despedido.
La decisión se ha tomado desde Brasil pero el equipo juega en Zorrilla. El estadio será el termómetro de una decisión que la mayoría de los aficionados, y no cuatro radicales, no entiende. Tampoco algunos en el club. Pero manda Ronaldo.