Sufrimiento mayúsculo del Aula

Sufrimiento mayúsculo en la cancha del colista. El Caja Rural Aula tuvo que esperar a los compases finales del partido para sumar los dos puntos en la pista del MotiveMarket.com Gijón, el último clasificado de la Liga Guerreras Iberdrola, conjunto que todavía no sabe lo que es sumar un punto en la presente temporada. 

Y el que avisa no es traidor porque en la previa del partido Salva Puig optó por ponerse la venda antes que la herida en previsión de un mal partido de un equipo, el suyo, con las piernas cansadas tras el largo y duro viaje (que no el partido) a Serbia en la ida de la tercera ronda de la European Cup EHF (20-32). Quizás ese pensamiento de ver a su equipo fundido o cuanto menos más bajo de lo habitual dio vida a su necesitado rival, con cero puntos en su casillero después de nueve partidos disputados. Se dice pronto.

El Aula mandó en el marcador durante casi todo el choque aunque con diferencias que no superaron los cuatro goles. La necesidad de Gijón, espoleado por el cansancio físico y mental de su rival, le llevó no solo a competir sino a meter el miedo en el cuerpo del Caja Rural Aula poniéndose un gol arriba (18-17) en el ecuador de la segunda mitad. Pero esa necesidad también le llevó a precipitarse después de hacer lo más difícil que era levantar la desventaja de tres goles al descanso (11-14).

El cúmulo de errores de ambos equipos benefició al de mayor calidad, en este caso a un Aula en el que su buena defensa en los compases finales unido a dos intervenciones de su portera Carmen Sanz, evitó el sonrojo. Con 21-22 una parada a un lanzamiento de seis metros de Gijón cerrando el palo corto, ¡acabó dictando sentencia. Solo la lesión de Jimena Laguna, la jugadora más resolutiva del equipo hasta ese momento con 8 goles y con 18-19 en el marcador y poco menos de 15 minutos por jugarse enfrió una victoria necesaria y a la postre reconfortante para recuperar el terreno perdido por los partidos aplazados ante Atlético Guardés y Elda. Lorena Téllez asumió protagonismo (4 goles) ante la sequía de una desconocida O’Mullony, con una sola diana en su haber.