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BALONCESTO

...Y 490 días después se firmó el convenio entre el Real Valladolid CF y Real Valladolid Baloncesto

Fumata blanca de tono gris entre Real Valladolid CF y Real Valladolid Baloncesto, que formalizan oficialmente por fin un convenio de colaboración solo por una temporada, lejos de lo esperado y soñado y que tiene la misma filosofía y parámetros del firmado inicialmente en 2020

Matthieu Fenaert (Real Valladolid CF) y Lorenzo Alonso Nistal (Real Valladolid Baloncesto).RVB

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Valladolid

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... Y el convenio entre el fútbol y el baloncesto, entre el Real Valladolid CF y el Club Baloncesto Ciudad de Valladolid (denominación original que sigue existiendo pese al apellido o nombre de Real Valladolid Baloncesto) vio por fin la luz. Tuvieron que pasar la friolera de 490 días para que el Real Valladolid CF y sus tiempos hicieran un hueco en su ‘apretadísima’ agenda jurídica para estampar la firma del convenio de colaboración entre el otrora hermano mayor y hermano pequeño del Real Valladolid, entre el fútbol y el basket.

Un año cuatro meses y dos días después de que se extinguiera el convenio original firmado por tres campañas, de 2020 a 2023, el baloncesto tiene el compromiso no verbal (que ya lo tenía) sino escrito de colaboración del club de fútbol presidido por Ronaldo Nazario y representado ahora tras la salida del club blanquivioleta de David Espinar en la figura de Matthieu Fenaert (Real Valladolid CF) y Lorenzo Alonso Nistal (Real Valladolid Baloncesto).. Un acuerdo de colaboración (nunca mejor expresado) entre dos entidades con autonomía propia que queda atado jurídicamente de cara a una hipotética futura venta del club de fútbol por parte de su propietario y que no tiene ataduras ni condicionantes ni una mochila atada, pesada o no, para el comprador del Real Valladolid si se diera el caso.

Una esperada fumata blanca, mucho más gris que blanca y lejos de la esperada y soñada un año atrás cuando se barajó la idea de que el Real Valladolid CF se convirtiera en el accionista mayoritario y por ende propietario del Real Valladolid baloncesto cuando este se convirtiera en Sociedad Anónima Deportiva.

Cantos, en definitiva, de sirena lanzados a los cuatro vientos con el ascenso a la Liga ACB como meta final. Pero lejos de ese deseo en otro tiempo compartido o cerca de serlo al menos por la parte contratante, se ha pasado a un modelo de convenio muy similar al firmado inicialmente en 2020 cuando se formalizó por tres campañas, hasta junio de 2023. El acuerdo actual es un acuerdo puro y duro de colaboración de dos entidades que comparten muchos servicios, entre otras cosas el ‘naming’ y los colores.

El acuerdo firmado, posiblemente no sea el deseado por el Club de baloncesto pero es el que es, donde sus diferentes departamentos recibirán el apoyo de la estructura del club de fútbol, además de una cantidad económica en concepto de patrocinio, similar a la de la pasada temporada a la que se añade parte del contrato del director general, Enrique Peral, cuya nómina pasa a ser asumida íntegramente por el Real Valladolid Baloncesto a diferencia de lo que ocurrió la última campaña que la pagó el Real Valladolid CF.

En definitiva, un convenio que se podría catalogar como de mínimos en el que fútbol y baloncesto caminarán de la mano aunque con diferentes miras.