El Promesas 'pega el estirón'

Como el pequeño Josh Baskin en la película Big, el Real Valladolid Promesas se ha hecho mayor de un día para otro. Aquellos 'niños' que remaban todo el partido para perderlo en errores puntuales, «propios de la juventud», según Álvaro Rubio, ahora son más maduros. En ocasiones podría decirse que incluso son más 'aburridos' - es lo que tiene la vida adulta -, pero, desde luego, son mucho más fiables. Los números lo avalan. Desde aquella derrota en casa ante el Deportivo Fabril el 7 de septiembre, el filial blanquivioleta suma 8 partidos consecutivos sin perder, con 4 empates y 4 victorias.

Podría decirse que realmente el punto de inflexión fue el partido ante la Unión Montañesa Escobedo en la quinta jornada de la Segunda Federación, coincidiendo con el regreso de Aceves al once del Promesas. Fue la primera victoria de la temporada y llegó con una goleada por 1-4. 

Ofensivamente, el equipo ha tenido días más grises y días en los que ha sido imparable. Esta rápida mejoría se ha construido desde la defensa. En las últimas 8 jornadas, los de Álvaro Rubio sólo han encajado 5 tantos, y en las últimas 3 ha dejado su portería a 0. La presencia de Álvaro Aceves es muy notoria en este aspecto, no sólo en cuanto a detener balones se refiere, sino también en la salida de balón. Su juego de pies es muy valioso para la construcción del juego. Por otro lado, tanto Ortuño como Iago Parente han realizado partidos muy serios, y a la ecuación de los centrales se ha sumado Gabriel Rodríguez, un gigante hispanoargentino de 19 años que ha irrumpido con fuerza esta temporada. El buen momento de los tres permite una rotación en el centro de la zaga sin perder solidez.

Otro punto clave son los laterales, listos para atacar y para defender. Por derecha Koke es el protagonista indiscutible, mientras que por la izquierda hay más opciones en función de lo que Álvaro Rubio busque para cada encuentro. Hugo San y Alin son jugadores diferentes, pero que pueden aportar tanto con balón como sin él. También se cuenta con Raúl Chasco cuando el primer equipo o considera conveniente.

En el centro del campo, Álvaro Rubio ha conformado un 'trivote' entre, sobre todo, cuatro piezas: Adrián Verde, Frimpong, Iker Ivorra y Mario Maroto - en la misma situación que Chasco -. Jugadores diferentes y que pueden desenvolverse en distintas zonas del campo. Arriba, toda la pólvora. Por las bandas destacan Sergi Esteban y Xavi Moreno. Jugadores eléctricos y que pueden ser diferenciales, como demostraron en el último encuentro ante el Bergantiños. Incluso sin tener su mejor partido, tienen la calidad como para resolverlo en una jugada. En punta, Jorge Delgado y Arnu. Dos delanteros de mucho trabajo, que se esfuerzan en la presión y que, para colmo, tienen gol.

Con este engranaje funciona el Promesas. Lo más importante de todo es que Álvaro Rubio tiene en su plantilla piezas diferentes pero que bien conectadas hacen que todo siga funcionando correctamente. Asimismo, las piezas que tiene son polivalentes. «Tenemos la suerte de tener jugadores que pueden estar en varias posiciones y tenemos esas alternativas. Tenemos que acertar el momento y la forma de colocarlos en cada partido, pero es un plus que tenemos en la plantilla y aunque para mí sea más difícil para mí, estoy encantado», reconoció Álvaro Rubio tras la última victoria.

El filial ya está más hecho. Tiene las cosas más claras. Pero otro síntoma de madurez es la constancia. En poco tiempo ha crecido mucho, pero en cualquier momento puede volver a menguar, y más en una categoría tan igualada. Este es el camino a seguir, pero hay que mantener el paso firme.