BALONCESTO / VALLISOLETANOS POR EL MUNDO
Chechu Mulero, talento vallisoletano exportado a Eslovenia
Veinte años después de salir de Valladolid y tras los once últimos como director deportivo del Valencia Basket, inicia una nueva etapa al frente del Cedevita Olimpija Liubliana
Dicen que no existe gran talento sin gran voluntad. Y Chechu Mulero, vallisoletano (Bolaños de Campos; 1968), supo desde hace mucho tiempo que el baloncesto iba a ser su inseparable compañero de viaje.
Con 17 años comenzó a entrenar en el CD La Guía de Tordesillas para un año después ingresar en la cantera del por entonces Fórum Valladolid donde fue escalando hasta convertirse primero en ayudante, reputado ayudante, y después en primer entrenador, una suerte que le fue esquiva. Ese trabajo en la sombra, reconocido, junto al talento y sobre todo la perseverancia, le llevó a abrir primero la puerta del Unicaja en 2003 y un año después la de Valencia Basket, su otra casa tras ‘su’ Valladolid. Y es que en Valencia, como entrenador ayudante y desde 2014 a 2023 como director deportivo tocó el cielo convirtiéndose en el arquitecto del Valencia Basket, la alternativa al oligopolio de Real Madrid y Barça.
Diez años después este entrenador inquieto tras cerrar una fructífera etapa en Valencia, se embarca en un nuevo proyecto. Y no como entrenador, etapa cerrada hace tiempo, sino de nuevo como director deportivo, su habitat. Y lo hace fuera de casa, fuera de España, en Eslovenia, cuna de la estrella llamada a dominar el mundo, Doncic.
Chechu Mulero aceptó el reto planteado por el Cedevita Olimpija Liubliana, club que nació tras la unificación, hace unas temporadas, del Union Olimpija de Liubliana y el Cedevita de Zagreb.
«No volveré a entrenar. Esa etapa está cerrada. Me sedujo salir de España y conocer otro baloncesto»
Sus funciones son las mismas que hizo temporadas atrás al frente del Valencia Basket. Es el responsable de construir la primera plantilla, empezando por la contratación del entrenador. A partir de esta figura, partiendo de su filosofía intenta hacer el mejor equipo posible, en virtud del presupuesto que dispone siguiendo el día a día del primer equipo. A su vez tiene que dirigir el programa de cantera con el objetivo de que lleguen el mayor número posible de jugadores jóvenes al primer equipo.
‘Su’ ahora Cedevita Olimpija Liubliana disputa tres competiciones: la ABA (Liga Adriática en la que participan equipos de Eslovenia, Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte y Dubai), la Eurocup (segunda competición europea) , y las fases finales de las competiciones eslovenas.
"El Cedevita Olimpija es un club pequeño en comparación con el Valencia Basket, pero muy profesional y con gente que trabaja junto a mi y a la que le encanta el baloncesto"
Chechu Mulero ficha por el club esloveno con el objetivo de mejorar los resultados de campañas precedentes, clasificarse para la segunda fase de la Eurocup e intentar acabar entre los primeros seis equipos en la ABA.
Solo en Eslovenia (su hija estudia en Italia y su mujer permanece en Valencia), Chechu Mulero espera que esta situación cambie pronto y se muestra ilusionado en Liubliana. «El Cedevita Olimpija es un club pequeño en comparación con el Valencia Basket, pero muy profesional y con gente que trabaja junto a mi y a la que le encanta el baloncesto».
El técnico vallisoletano de Bolaños de Campos reconoce que «la decisión fue fácil de tomar». «Empezamos a hablar el pasado mes de marzo, conocía la historia del club y teníamos relación de temporadas anteriores en la Eurocup. Me gustó lo que me propusieron y llegamos pronto a un acuerdo. Me sedujo la idea de salir de España, de conocer otro baloncesto, otra forma de jugar, otros jugadores. Solo vi cosas positivas en trasladarme a Liubliana, y hasta la fecha estoy convencido de que acerté. De Bolaños de Campos a Liubliana…», indica con los ojos iluminados junto a una más que reconocible sonrisa
"Valladolid es mi equipo de siempre. El nivel de la Primera FEB ha subido exponencialmente en las dos últimas temporadas. Pero confío en que tengan un buen año"
Chechu Mulero reconoce que no volverá a entrenar aunque no descarta en un futuro embarcarse en «otras parcelas diferentes» ligadas al deporte de la canasta. «Los clubes de baloncesto tenemos cada vez más áreas de trabajo, cada vez hay más profesionales dedicados al desarrollo y al crecimiento de los mismos».
Desde Liubliana sigue «con mucho interés» a ‘su’ Valladolid. «Es mi equipo de siempre, y además conservo amigos dentro del club. Entrené a Enrique Peral cuando era un jugador cadete. El nivel de la Primera FEB ha subido exponencialmente en las dos últimas temporadas. Pero confío en que tengan un buen año».