BALONMANO (COPA DE CASTILLA Y LEÓN)
Recoletas I de Castilla y León
A la séptima fue la vencida y con sufrimiento máximo los 'gladiadores azules' levantan la Copa de Castilla y León tras doblegar en la final en nava de la Asunción al Tubos Aranda (32-33)
Quién todo sabe sufrir, a todo puede atreverse. Ese parece ser el pensamiento al que se ve abocado el reconstruido Recoletas Atlético Valladolid esta temporada. Un equipo que tras las fugas vuelve a partir de cero perdiendo lo ganado en la última campaña no solo en referencia a la dirección de juego en la posición de central sino en lo concerniente al trabajo defensivo donde la solidez y su defensa 5-1, clave y determinante la pasada campaña, se ha desmoronado por completo.
David Pisonero toca a rebato. No queda otra. Sufrir para poder crecer. Es verdad que sufriendo se puede aprender muchas cosas y por aquí, con ese sufrimiento experimentado una y otra vez en la pretemporada, en todos y cada uno de los partidos jugados a excepción del primero en el que fue barrido (literal) por elSporting portugués, como estaba previsto por otra parte, el Recoletas Atlético Valladolid vuelve a poner los cimientos para asentar un nuevo proyecto.
La Copa de Castilla y León suponía todo un reto y también una exigencia para los hombres de Pisonero. La ausencia del Ademar de león del cuadro por coincidencia de fechas con su participación en la eliminatoria previa de la competición aceleraba casi sin querer la urgencia de levantar, a la séptima y por primera vez, el trono autonómico.
Y con sufrimiento, como no podía ser de otra manera en este nuevo ideario del equipo, nada que ver, de momento, con el de la pasada campaña, el Recoletas Atlético Valladolid cumplió con el guión.
‘Sabed sufrir: sabiendo sufrir, se sufre menos’. El Recoletas sufrió en las semifinales ante un UBU San PabloBurgos de División de Honor Plata que le llevó al límite, y sufrió en la final ante el recién ascendido a la Asobal Tubos Aranda, un equipo llamado a luchar por no perder la categoría.
El Recoletas, sin uno de sus directores de juego, Alejandro Pisonero, en la fase final de recuperación de su lesión, supo sacar tajada, al contrario que en la semifinal, a su buen comienzo del partido donde tuvo una máxima de cinco goles (7-12) gracias a esa defensa 5-1, con Camino de avanzado, todavía en fase de pulimento, que sin embargó creo muchas dudas al Tubos Aranda, que tampoco supo poner freno a las situaciones de 7 contra 6.
Pero la descalificación por roja directa de Gedo, igualó las cosas. La baja del pivote egipcio cedido por el Al Ahly del ex BMValladolid, David Davis, llevó la segunda mitad a una guerra de guerrillas con menos goles y transiciones que en los ¡alocados primeros 30 minutos (20-21).
La mayor experiencia de los ‘gladiadores azules’ resultó determinante para aguantar las embestidas a todo o nada del siempre incómodo Tubos Aranda. Así, con el mal de la intermitencia el Recoletas se marchó en el marcador dos veces para dejar con vida a su rival, que haciendo la goma supo pelear hasta el final teniendo el último balón en su poder para cuanto menos forzar la prórroga. Pero el último lanzamiento de Artur Pereira fue detenido por Forns para subir al trono de Castilla y León y para creer en el nuevo proyecto.