21 de agosto, pistoletazo de salida para el nuevo Real Valladolid Baloncesto
La nueva ‘era Lolo Encinas’ en el Real Valladolid Baloncesto ya tiene fijada su fecha de arranque / El quinto pívot esta temporada reforzará al equipo filial, con el que tendrá ficha, y completará al primer equipo / Los dos 'cincos' por fichar, tendrán perfiles totalmente diferentes para complementarse en la 'pintura'
Lolo Encinas en una de las paredes del club tras su presentación como entrenador del Real Valladolid Baloncesto.
El Real Valladolid baloncesto sigue trabajando en la sombra con la intención no solo de cerrar su plantilla, a expensas única y exclusivamente de la contratación de los dos ‘cincos’, titular y suplente sino también de arreglar o cuanto menos minimizar el galimatías provocado por un calendario comprimido con el añadido con calzador por parte de la Federación Española de Baloncesto de la Copa de España y esa ‘condena’ que sufrirá el conjunto blanquivioleta, como indicó en sus páginas este periódico en su edición de ayer, de quedarse sin pabellón durante 18 días (del 9 al 26 de septiembre, ambos inclusive) en vísperas del arranque de la Primera FEB.
El nuevo proyecto de Lolo Encinas ya tiene fecha de arranque. El miércoles 21 de agosto es la fecha fijada por el club para iniciar una pretemporada que contará con poco más de cinco semanas de trabajo antes de su primer partido en la Primera FEB, el 27 de septiembre en Alicante.
Real Valladolid
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Guillermo Velasco / M. D.
La confección del nuevo UEMC Real Valladolid Baloncesto está a falta única y exclusivamente de sus dos torres y la pecualiridad de un quinto pívot con un perfil diferente. La intención del club es que los dos 'cincos' tengan perfiles diferentes. Uno técnico (posiblemente el americano) y el otro más físico (posiblemente el europeo o Cotonu). Esta temporada, el quinto pívot, el Íñigo Royo de la pasada campaña, tendrá ficha con el filial y estará a caballo entre los dos equipos, el de Primera FEB y el filial militante este año en la Tercera FEB. Sin duda una buena decisión para proteger en cierto modo al filial y evitar que sea candidato al descenso ya desde el inicio como ocurrió hace dos campañas, donde perdió la categoría a cinco jornadas para el final.