Lolo Encinas, un currante de la canasta, ante la sombra alargada de Paco García

Experimentado y curtido en mil batallas. Lolo Encinas aterrizará en Valladolid donde la sombra de Paco García sigue siendo muy alargada. Un currante de la canasta desde que inició en Askatuak en 1997/98 como delegado, con cuatro temporadas entre LEB, EBA y LEB 2, para dar el salto como técnico de liga autonómica y Primera Nacional a dirigir al Iraurgi en EBA, y afrontar casi una década como entrenador ayudante en Gipuzkoa con técnicos como Pablo Laso, Sito Alonso, Jaume Ponsarnau, Porfi Fisac, y marcharse con Hugo López a Angola donde arrasaron levantando todos los títulos y volver al banquillo del Iraurgi. Con Álex Mumbrú en Bilbao Basket se fogueó antes de regresar a San Sebastián como primer técnico rozando el ascenso a ACB hace dos temporadas cuando cayó en semifinales ante San Pablo Burgos en un partido muy ajustado.

Un trabajador nato que ha ido quemando todas las etapas formativas y con un ADN que le hace vivir el baloncesto desde dentro. Esa pasión y entrega son señas de identidad de sus equipos y el UEMC Real Valladolid muy pasional con Paco García también lo deberá ser en esta nueva etapa. Será la primera vez que un técnico foráneo coja las riendas del equipo vallisoletano, pero a Encinas no le asustan estos retos, y en su mochila lleva ya muchas experiencias en el baloncesto nacional.

Con un 55% de victorias se pone al frente de la nave del UEMC Real Valladolid, y con tiempo suficiente para definir una plantilla con limitaciones presupuestarias, pero con mimbres destacados para poder pelear al menos por los objetivos que estos últimos años ha tenido, el playoff. En seis temporadas como primer espada el nuevo técnico blanquivioleta obtuvo un 50% de victorias, estadística que deberá mejorar si quiere conducir a su nuevo equipo al menos hasta el playoff de ascenso a ACB en la recién bautizada Primera FEB.

Aunque es cierto que tiene tomada la medida a su equipo al que ganó en cinco de los últimos ocho duelos, no así en el último el pasado mes de marzo con Burgos cuando perdió 91-84, cayendo sobre su espalda la espada de Damocles que acabaría días después con su cese en Burgos pese a ganar a Cáceres, tras dos prórrogas. Su ex equipo remontó el vuelo, pero no logró el objetivo de ganar la Final Four que premiaría a Basket Lleida. Con Iraurgi ganó sus dos encuentros a Valladolid en la 2017/18. También en la 2021/22 con San Sebastián Gipuzkoa Basket, y en la pasada en el Coliseum por 94-69. Sin embargo, Paco García sí sometió a Gipuzkoa en la 2022/23 por 79-64 en diciembre de 2022 y en abril de 2023 en suelo vasco. Ahora estará en el otro banquillo, y en un pabellón acostumbrado a ver un buen baloncesto.

Esa planificación mano a mano con Pepe Catalina deberá dar sus frutos en una Primera FEB que tendrá un nivel importante tras los descensos de Betis y Fuenlabrada, y con transatlánticos como Burgos, Estudiantes o Coruña. Su propuesta atrevida: «Los niños quieren ver puntos, si queremos traerlos, me gusta que la gente se divierta y jueguen corriendo», afirmó, va ligada también a la intensidad defensiva que por momentos no se vio en la recta final esta temporada en Valladolid y a la libertad que da a sus jugadores para ejecutar acciones ofensivas. Para el entrenador vasco esta oportunidad le permite, aparte de la lógica de volver a entrenar, desquitarse del cese en Burgos cuando marchaba segundo el pasado mes de abril.