Origen Valladolid hace números

El baloncesto femenino sigue dando pequeños pasos de gigante con el objetivo de que Valladolid se consolido de una vez por todas y no de manera puntual en la categoría nacional. Si el pasado año fue Ponce Valladolid el que dominó con autoridad en la Primera División Nacional para no atar por la vía deportiva en la fase de ascenso y sí por la de despachos el codiciado ascenso a la Liga Femenina 2, tercera categoría del baloncesto español, en esta temporada su vecino Origen Valladolid, puede hacer el mismo camino.

Origen San Isidro, tras la absorción, vinculación e integración en su estructura del ‘desaparecido’ CDU Valladolid, tras una temporada inmaculada y casi perfecta en la ahora devaluada (al existir una categoría más, la Challenger) Primera Nacional, buscó en la fase de ascenso subir a Liga Femenina 2. Y pese a su buen inicio de fase, con dos laboriosos triunfos por 69-50 ante el CTEIB Andratx y por 64-60 ante el Ciudad de Huelva Gil Piña, el conjunto de San Isidro naufragó de forma cruel en los cruces, donde se repartían hasta tres billetes de ascenso. Así, San Isidro, con Origen y UVa patrocinador es que aportan el nombre al club y al equipo, respectivamente, cayó en semifinales en un épico partido ante el CB Terralfás Delfín Natura por 82-72. Un partido que tenía ganado a falta de seis segundos con tres puntos de ventaja y que acabó tras una jugada de pizarra con un incomprensible triple liberado sobre la bocina que le condenó a la prórroga. Una prórroga en el que el desgaste físico y la cabeza por el mazazo sufrido le acabó pasando factura. Un terrible golpe del que no pudo levantarse tampoco en la lucha por el tercer y cuarto puestos con el tercer billete de ascenso en juego. La lesión de una de sus líderes, Cristina Salinas, acabó por noquearle definitivamente ante el Toyota Adareva Tenerife por 57-77.

Pero el no ascenso en la fase de Origen Valladolid por la vía deportiva le concede gracias a su ranking como primer reserva, al igual que sucediera el pasado año a Ponce, otra bala, otra opción de subir a la Liga Femenina 2. Por ello desde el club de San Isidro, en el que habrá cambios en el cuerpo técnico, se está trabajando para saber si podrá dar el codiciado salto, una situación que reforzaría sin lugar a dudas el baloncesto Femenino en Valladolid, con dos equipos en la tercera categoría. El apoyo del patrocinador y de las instituciones como club de elite, juega un papel determinante aunque con el condicionante de que el apoyo de este año de la Universidad de Valladolid sale a concurso público y puede acceder a él cualquier equipo, entre ellos su vecino Ponce.