Llega la reválida para el UEMC RVB

El UEMC RVB viaja eufórico pero no confiado a Lérida para medirse (21 horas) al cuarto clasificado y viejo conocido, al que eliminó en los playoffs de la temporada pasada por 3-1. El Lleida es el segundo puerto de los cinco consecutivos en estos Alpes ante rivales de la zona alta que debe cruzar el equipo de Paco García en su trayecto final en la LEB Oro.

El gran papel de los blanquivioleta ante San Pablo, en un partido  memorable y escrito de forma coral pese al brillo de nombres propios, supone una inyección de energía de cara a la visita a una de las canchas más calientes de la categoría y que no olvida el triunfo castellano en esa lucha por entrar en la Final a Cuatro de 2023.

Paco García cuenta con toda la plantilla a su disposición, y además en perfectas condiciones físicas... y anímicas, tras el triunfo ante el vecino burgalés. «Será un partido muy duro y difícil frente a un equipo que sólo ha perdido en casa contra Tizona y Coruña. Es una cancha complicada, lo sabemos bien por el playoff anterior, que fue tremendamente duro y exigente, peor fuimos capaces de ganar. Ése es un poco el discurso. Lleida es un equipo al que tengo mucho respeto», comentó sobre el rival.

¿Es extrapolable fuera del Pisuerga el comportamiento del UEMC ante San Pablo? El técnico insiste en que su equipo no flojea a domicilio. «Sigo manteniendo que fuera no estamos tan mal como a veces hacemos ver. Es cierto que pierdes por 20 en Menorca, por 20 en Orense, pero nuestro balance fuera es 7-6 y somos el quinto que más ha ganado fuera. Se puede extrapolar lo de San Pablo de una forma muy clara: esperar nuestro momento. Aguantamos el tirón de un equipo excelso en la primera mitad, no nos salimos del partido y esperamos nuestro momento. Cuando llegó, lo aprovechamos».

Y particulariza sobre cómo hacerlo ante el Lleida. «No hay que permitir parciales grandes, porque sus buenos anotadores van a aparecer: Hasbrouck y Lobo con su tiro exterior. Tienen buenos bases y aleros, y el juego interior compensado entre abrir la pista y jugar dentro. Esperar nuestro momento es la clave».

Paco García confesó que lleva tiempo diseñando un playoff que ya roza en número de victorias. «Hace tres semanas empezamos a planificar, ya se vislumbraba. Diseñamos el plan estratégico para llegar de la mejor forma posible. Por eso hablaba de los ciclos de estos cinco partidos, los tres finales de liga y llegar de la mejor forma posible a la serie. Estamos trabajando en el plan físico, táctico y técnico para estos playoffs».

El entrenador no quiere obsesionarse con el factor cancha. «El año pasado no fue tan decisivo porque ganamos fuera de casa y no tuvimos quinto partido. El factor cancha siempre es importante y todos queremos tenerlo, pero nuestra obligación es preparar al equipo mentalmente para que no sea un problema».

Por último Paco García, que dejó en el aire su futuro en el banquillo, habló del tórrido ambiente del pabellón Barris Nord. «¿Cuántas personas puede haber mañana? ¿4000? El límite de la educación lo traspasan tres bobos que están detrás del banquillo y que les gusta insultar. Me quedo con las cuatro mil y pico que animan de maravilla. El ambiente allí es espectacular y lo aplaudo».