El sueño olímpico de Nayara Pineda

La llama olímpica se encenderá el próximo 16 de abril en Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos como les entendemos en la actualidad. Una llama que sigue viva para una vallisoletana, Nayara Pineda López, que a sus 16 años, se ha encontrado «un premio» inesperado en el camino pese a su corta edad y cuando su objetivo real era intentar estar en una cita internacional de esta índole en 2028 en Los Ángeles.

La nueva niña de oro de la natación española,  de Laguna de Duero, ha vivido un trimestre inicial del 2024 de altos vuelos con títulos nacionales absolutos en el pasado Open de Invierno en Sabadell en 50 y 100 braza, con récords en la piscina, participando en el Campeonato del Mundo de Doha, también absoluto, en 200 braza, y logrando la marca mínima para los trials de junio en Palma de Mallorca donde se decidirán las nadadoras que acudan a los Juegos Olímpicos de París en verano, con solo dos plazas en los 200 braza. «Se intentará clasificar y hará que seguir trabajando para 2028 que es un objetivo más serio y honesto. Esto es un premio al trabajo y no ha sido buscado, si lo consigue habrá que darle la enhorabuena, pero no es algo que nos planteamos, sino seguir trabajando con la misma dinámica de progresar», remarca Félix Silva su entrenador en el club Torrelago Wellness de Laguna. 

Silva destaca «el salto de calidad» que ha dado confirmando el trabajo que venía haciendo desde hace años: «Estamos disfrutando, tiene condiciones, trabaja mucho y yo estoy disfrutando como técnico lo que no pude llegar a conseguir como deportista». La joven asegura haber vivido «un trimestre que no ha sido fácil, con muchos campeonatos y lo he sabido llevar bien». Con los pies en el suelo tiene claro que su objetivo «es el Europeo Junior de Lituania» aunque preparará los clasificatorios para los Juegos donde tendrá en frente a una de sus referentes: Jessica Vall «la brazista más importante de la historia». 

Mireia Belmonte también ha sido un espejo en el que mirarse de esta joven, bautizada como ‘la nueva niña de oro’ de la natación española que ha competido «a alto nivel y en categoría absoluta pese a las diferencias físicas que hay», indica Silva que cree que «el desarrollo físico es su hándicap para mejorar, se ve en las salidas y volteos».

SEGUIR EN LAGUNA

Pineda tiene claro que quiere seguir en Laguna de Duero y acabar el Bachillerato aunque no tiene claro a ciencia cierta si estudiará o no veterinaria en el futuro, y valora «seguir con el grupo de trabajo actual» a marcharse a un centro de alto rendimiento a Madrid o Barcelona. «Tiene un seguimiento de la Federación Española, pero quiere esperar un poquito a dar el salto de irse de casa», remarca Silva que deja en su mano esa decisión.

Lo que sí lamenta «es el poco apoyo de Educación a la joven, es una lucha diaria con el profesorado. Deberían apoyar a los deportistas y cooperar con ellos y entender que quieren compatibilizar estudios y deporte, y no invitarles a que dejen esta actividad».

A la espera de afrontar los objetivos de verano Pineda tiene claro que debe mejorar el aspecto mental para que no le suceda como en las semifinales del Mundial de Doha cuando «no controlé bien la prueba y salí muy rápido». Esa experiencia se lo darán los campeonatos que pese a su corta edad ya ha vivido: «Es que ha participado antes en un Mundial absoluto que en un Campeonato de España absoluto», subraya Silva que ve como su pupila puede rayar a gran nivel en 50 y 100 braza, pese a que su distancia favorita sea el 200.

En el Europeo de julio en territorio lituano competirá en las tres pruebas tratando de ser ese referente para los 80 deportistas que forman parte del Torrelago Wellness de Laguna, algunos en la escuela y otros en grupos de competición, donde Félix Silva busca « que aprendan y disfruten» antes de iniciar competiciones donde el club logró el pasado año 22 medallas a nivel nacional más las cosechadas por Nayara a nivel internacional: «Tiempo y trabajo ha costado, lo de Nayara no es casualidad», concluye Silva cuyo método de trabajo lleva dando resultados desde hace más de una década, aunque cada vez resulta más complicado y por eso demanda el apoyo de las instituciones para queValladolid siga siendo una cuna que exporte talentos en cualquiera de las disciplinas deportivas.