El UEMC RVB quiere seguir la escalada

La LEB Oro vive una  semana loca con tres partidos en ocho días. El pasado viernes el UEMC RVB pasaportó al colista Clavijo con un  86-72 en el que los blanquivioleta se dejaron ir al final por la pura inercia del triunfo. El próximo sábado, los de Paco García reciben al Ourense , décimo clasificado, con cinco victorias menos que los castellanos.

Y entre medias llega el choque de esta tarde-noche. El UEMC RVB visita al Menorca a partir de las 20 horas. Esta serie de tres partidos ante rivales teóricamente más flojos que el cuadro pucelano puede servirle para impulsarse en la clasificación. Es el único equipo con  15 victorias y tiene por delante, con 16, al cuarteto formado por Tizona, Lleida, Alicante y Gipuzkoa.

Alguno puede quedarse atrás en esa lucha de los vallisoletanos por hacerse con una plaza para tener el factor cancha a favor en el playoff, aunque aún restan once jornadas para la conclusión de la Liga regular. Una eternidad.

Paco García avisa en la previa de que su equipo no acude a la isla en plenas condiciones físicas. «Llegamos mejor en lo anímico que en lo físico. El partido de Clavijo nos ha dejado secuelas serias y dudo que tengamos a los 12 jugadores disponibles. Es un partido muy, muy exigente, en una cancha complicada».

El técnico expone dos argumentos convincentes de por qué no se fía del cuadro mahonés. «En su pista han perdido el líder Coruña y hace apenas diez días, Gipuzkoa. Vamos con todo el respeto, pero sabedores de que una victoria nos pondría en órbita de luchar por la cuarta o quinta plaza. El objetivo es ganar. Haya o no haya ausencias, siempre vamos a jugar con cinco jugadores en pista y, si alguno se cae por lesión, otro tendrá que hacerlo bien».

Paco García repasa la plantilla menorquina. «Cuenta con un esqueleto de jugadores muy experimentados como Hannah y Arteaga. Ahora la llegada de Stevic les deja un equipo tremendamente compensado en todas las posiciones. Si a esa columna vertebral que hace más del 50% de los puntos, le sumas un tirador como Demers, Digbeu, recién llegado, y jugadores que complementan el juego de equipo, hacen de los baleares un equipo muy complicado».

Y pone el foco en los puntos fuertes del rival. «La anotación de ese triángulo Hannah-Stevic-Arteaga es una de las claves, pero no debemos olvidarnos de que hay otra serie de jugadores que pueden anotar. El control del partido, del ritmo que impone Menorca de dormir el balón, el juego, de llevarlo a posesiones largas donde Hannah tiene el balón en los últimos segundos. Debemos buscar situaciones donde bajemos, si no su anotación, sí al menos  sus porcentajes de acierto».

Hannah atesora 8 temporadas en la Liga ACB y es el máximo anotador del equipo con 14.6 tantos de media, el octavo mejor artillero de toda la competición, y a ellos hay que añadirles algo más de 4 asistencias por partido y un promedio de 13.1 de valoración, informa el club.

Pero el Menorca es más. En el perímetro, Demers, un francotirador de primer procedente de la NBA G-League es la principal amenaza, aunque también cabe mencionar el talento de Alderete, la potencia física de Digbeu (cedido por el Dreamland Gran Canaria y con pasado en el Barcelona) y el trabajo de Tamayo. Cerca del aro, en posiciones interiores, el cuadro insular presenta la novedad de Dike, firmado hace apenas unos días procedente de la NCAA.

A pesar de ser recién ascendido, el equipo balear es duodécimo, con un balance de 8-15 y dos victorias por encima del descenso. Con una plantilla experimentada, de nivel y que está dando un buen rendimiento, los insulares se presentan como una prueba de alta exigencia para un UEMC RVB que tras su crisis de resultados a causa de las bajas, vuelve a encontrar el viento de cara no por azar, sino por trabajo.