¿Zorrilla, único flotador para el Real Valladolid?

El algodón no engaña y la situación y los números del Real Valladolid por mucho que lo pinte o lo disfrace Paulo Pezzolano, agarrado al silencio de su presidente invisible Ronaldo Nazario, no invitan precisamente al optimismo. Colindando en la frontera del playoff de ascenso (ahora ocupa la última plaza, sexto, aunque empatado con el Burgos, séptimo), el Real Valladolid tiene que convivir con el hecho irrefutable de que es el tercer peor equipo del furgón cabecero como visitante.

Los de Pezzolano, con 15 puntos sumados fuera de casa de 45 puntos posibles (se dice pronto), solo supera los registros de Oviedo (12 puntos) y Burgos (8).

 

Fuera de casa el Real Valladolid es un auténtico drama. Ha ganado solo cuatro partidos y empatado tres con ocho derrotas, muchas de ellas sangrantes, bien por el resultado, bien por sensaciones o bien por la debilidad y situación del rival. Si a esto sumamos que el real Valladolid es el tercer peor equipo a domicilio a la hora de ver puerta (con 10 goles solo supera los registros de Andorra con 8 y Amorebieta con 9). Ese bagaje ofensivo, más bien inofensivo, le lastra.

Con ese pesado lastre el real Valladolid se agarra al flotador de Zorrilla como única vía de escape hacia el codiciado ascenso. Con 30 puntos conseguidos en casa en 14 partidos (9 victorias, 3 empates y 2 derrotas) junto alSporting es el tercer mejor equipo local tras el Burgos, con 37 puntos y Espanyol (32).

Consciente de que su fuerza radica en casa, a lo único que se puede agarrar, el Real Valladolid afronta  ahora en este fatídico mes de marzo, tres partidos en Zorrilla (Zaragoza, Levante y Eibar) y solo uno fuera (Racing de Ferrol)  para enmendar y corregir el rumbo.

Zorrilla es el flotador que puede salvar al Pucela y a Pezzolano, que puede mejorar los números de Pacheta, que firmó 46 puntos de 81 totales.