Aranzana, sin tiempo en Marruecos

Experiencia agridulce para el incansable Gustavo Aranzana en su nueva aventura como entrenador profesional, esta vez al frente de la selección absoluta de Marruecos. El técnico vallisoletano, con mil y una guerras sobre sus espaldas fue reclutado por la federación marroquí con la intención de reverdecer viejos laureles.

Pero en apenas 40 días de estancia en territorio africano  poco ha podido hacer en una estructura en la que precisamente no prima (al menos hasta su llegada) el trabajo con la selección al no parar la competición cuando se concentra el equipo para jugar, como es el caso, una fase clasificatoria.

Aranzana no pudo llevar a Marruecos a superar la primera criba en la eliminatoria previa para el clasificatorio de la Copa África . Una doble eliminatoria previa con Libia en suelo neutral (Túnez) que no sonrió al técnico vallisoletano, eliminado a las primeras de cambio.

El incombustible técnico vallisoletano de 65 años seguirá al frente de Marruecos de cara a las próximas ventanas FIBA de noviembre sabedor de que en África, donde ya estuvo entrenando en el  Ittihad Tanger, los tiempos son muy diferentes a los del baloncesto europeo. «Esto es África. Así hay que tomarlo. La Federación de Marruecos ha quedado contenta con el trabajo realizado pese a que no hayamos podido clasificarnos para el clasificatorio de la Copa África. Sigo comprometido con Marruecos y el objetivo es volver al grupo A de África, como antaño. Con más tiempo y con una estructura y hábitos que hay que cambiar poco a poco será más factible. Apenas pude entrenar con el equipo definitivo ocho días y así es muy complicado. Si a esto unimos que en Marruecos no se nacionaliza a ningún jugador como en otros países...».

Gustavo Aranzana aprovechó sus casi 40 días en Marruecos para ver partidos y jugadores en Rabat, Tanger, Casablanca... «Les falta organización. La competición va en una dirección y la Federación en otra. Creo que puedo ayudarles en esto. Viajaré de nuevo en abril a Casablanca con la intención de potenciar las categorías inferiores».

Con 40 años dedicado en cuerpo y alma al baloncesto Aranzana, ya con edad para jubilarse, no ve el final de su etapa como entrenador. «Aún me queda mucho baloncesto. D e momento tengo un compromiso con Marruecos que podría compaginar con la dirección de un equipo, que es lo que busco ahora».