El Real Valladolid blinda su puerta

La profusión de empates lleva a inclinar la balanza a un extremo cuando se pierde y al opuesto cuando se gana. El Real Valladolid goleó al Oviedo 3-0 y esto provoca que el mismo equipo que había ganado un partido de los últimos ocho sea ahora el único de la Segunda División que no ha perdido en los últimos seis. La siguiente mejor racha sin derrotas es la del Albacete (4),a  expensas de lo que haya hecho ayer el Huesca, también con 4, en campo del Mirandés.

La última derrota blanquivioleta se produjo el 13 de enero en Burgos (1-0). Desde entonces los de Pezzolano acumulan dos victorias y cuatro empates: 10 puntos de 18. Un poco más de la mitad de los que hay en disputa no son muchos, pero le permiten al Pucela ser sexto en la clasificación de esas últimas seis jornadas, comandada por el Cartagena (13 puntos) pese a su última derrota, seguido por Espanyol (12) y Eldense, Éibar y Elche, todos con 11.

Este conato de enésima resurrección del Real Valladolid cuenta con una base clara. Los equipos pueden  crecer por el elevado número de tantos marcados, sin  importarles el intercambio de goles, al estar convencidos de que al final harán más que el rival. La otra vía es la de sellar la puerta propia, minimizando el número de tantos encajados para sacar así provecho de los pocos goles conseguidos.

Éste último es el caso del Real Valladolid, que ha logrado blindar su puerta desde esa derrota en El Plantío. Sabe que le cuesta un mundo hacer gol, pese a que sus dos victorias en este lapso han venido abonadas por tres goles cada una.

El conjunto de Pezzolano es el segundo que menos goles ha encajado en este últimos seis partidos. Sólo dos. Uno fue incruento, en el 3-1 ante el Racing de Santander. El otro costó el empate en Gijón ante el Sporting.

Solamente el Elche ha recibido menos tanto que  el cuadro castellano en este periodo. Uno, que además le costó una sorprendente derrota en campo del Amorebieta. El resto de equipos ha recibido entre los tres de Cartagena, Leganés y Zaragoza, y los diez del Burgos y nueve del Espanyol.

La clave del Real Valladolid para esta buena racha reside ante todo en el mejorado funcionamiento defensivo de todo el equipo, con una presión alta cada vez mejor ejecutada y buenas ayudas entre compañeros, sin dejar zonas deshabitadas sobre el césped.

Pero también es un triunfo de nombres propios, como el de Juric, aspiradora en la medular; Tárrega, excelente fichaje para el central que hace mejor a Boyomo; sin olvidar a unos extremos que ayudan atrás, un Masip muy efectivo en los mano a mano... y ciertas dosis de fortuna, que suele llamar a la puerta del equipo que más la merece.