Festival ofensivo y siesta del UEMC Real Valladolid ante Cantabria

Al son de Devin Schmidt, sí, Devin Schmidt, que demostró estar ajeno a su frustrada salida, por el momento, a Movistar Estudiantes, el UEMC Real Valladolid desarboló a un Alega Cantabria negado de inicio, que encajó 11 puntos de los primeros 15 del escolta blanquivioleta que fue el faro que iluminó a los de Paco García jugando con mucho criterio y acierto en los primeros 20 minutos, y levitando en una segunda parte en la que se dedicaron a administrar la renta ante el conjunto cántabro que estuvo cerca de dar la sorpresa yendo de menos a más en un partido con giro de guion. 

Hubo perdón de Pisuerga a Schmidt, dejando a un lado el culebrón de la semana, arropando a un equipo que volvió a mostrar sus credenciales con un buen nivel de Mike Torres en posiciones exteriores y de Lotanna Nwgobo en la pintura, dando argumentos a García para confiar en un equipo caído en el último mes a causa de las lesiones. El inicio brillante del escolta, acompañado de Zigmantavicius que asistía a Nwgobo permitía poner tierra de por medio en el 19-9, un primer periodo donde los cántabros de David Mangas iban a remolque 26-18.

Con cinco puntos consecutivos de Mike Torres y dos mates de N’Guessan se abría una brecha por encima de la decena, con el 40-26 sin oposición enfrente salvo Nogués y Bulic y con numerosas pérdidas visitantes. El altísimo nivel ofensivo del UEMC Real Valladolid le permitía repetir dígitos, 26 puntos, en el segundo periodo, para marcharse 52-35 al intermedio. Torres, Nwgobo y Schmidt llevaban 26 de los 52 puntos al descanso par aun equipo que se dejó llevar como en anteriores ocasiones en los últimos dos periodos.

Ese festival ofensivo precedió a una siesta con acierto desde el triple, que le permitió mantener y conjugar esa diferencia en el electrónico, con peores sensaciones y juego y repitiendo errores pasados al jugar con mucha precipitación y descontrolando el encuentro. En el tercer periodo le costaba mantener ese ritmo, abusando del lanzamiento del triple y cerrando mal el rebote. Esas pérdidas le lastraban pese a mantener la diferencia en 15 puntos con el 68-53. 

Pero la dinámica era negativa y en el último periodo Cantabria fue achuchando con anotación coral para meter el susto en el cuerpo a los aficionados blanquivioletas que veían como esta historia les sonaba de anteriores partidos. A un triple del joven Marc Peñarroya, buen futuro le espera en el mundo del baloncesto, le respondía Kovacevic poniendo otra vez los 15 puntos, con el 71-56, pero a partir de ahí un parcial de 4-13 colocaba el duelo a seis puntos de diferencia con tres minutos por jugar. Pero a Alega Cantabria le entró el miedo a ganar y Nwgobo echó el resto para evitar el volteo del marcador. La renta volvía a superar la decena con el 79-69 y en el sprint final el UEMC Real Valladolid se mostró más acertado desde el 4.70 con Mike Torres jugándose los lanzamientos decisivos y sellando un triunfo necesario tras una semana difícil a orillas del Pisuerga sobre todo en las oficinas por el ‘caso Schmidt’ que se fue aplaudido por la afición a instancias de su técnico. Los de Paco García acabaron pidiendo la hora frente a un rival que olía la sangre y que se acercó a los cinco puntos, diferencia más baja desde el inicio en el partido que terminaba con el 84-79 final. 

La segunda victoria consecutiva como local, ante Cáceres y Cantabria insufla más aire, además de la decimotercera en el casillero para seguir octavo y con posibilidad de dar un zarpazo a algún equipo en la tabla tras el parón en la cancha de Tau Castelló.