Empate del Real Valladolid que sabe a poco

El Real Valladolid no es gallego, pero se desconoce si sube o baja en su transitar por la escalera del ascenso. El grupo de Pezzolano ha hecho del vaivén y los dientes de sierra el leit motiv de la temporada, como si en vez de disputar una Liga rodase una película con golpes de efecto.

A veces de terror, como ante el Albacete; otras una comedia vital , presenciada frente al Racing;  pero siempre con una  dosis de suspense  en la que no se sabe si está vivo o muerto  (o las dos cosas a la vez, como el minino de Schrödinger) ni si es el bueno o el malo. Enigma, el enemigo de Batman, debería dejarle su americana abarrotada de signos de interrogación en una ceremonia, como se hace con los ganadores del Master de Augusta.

Después de presenciar indicios de   fatiga de materiales ante los manchegos, no hubo resquebrajamiento de la estructura frente al Sporting, sino todo lo contrario: un refuerzo de pilares y vigas maestras. Los blanquivioleta pasaron del tedio absoluto del fútbol horizontal del lunes a disputar un partido competido, a ratos bueno y siempre derrochando esfuerzo, en el que no sólo dieron la cara frente a un difícil rival, sino que pudieron ganar. 

Pudieron y debieron. Los últimos minutos los pasó el Sporting más pendiente de no encajar que de marcar. Y el Pucela se volcó en el área de su rival, sin el premio de un gol que sigue llegando con cuentagotas.

Pezzolano introdujo cuatro cambios en la alineación, confirmándose que utiliza las ruedas de prensa para despistar al rival, aun al precio de mentir. El Juric superado según sus palabras por De la Hoz volvió al once inicial. Biuk estrenó titularidad y Amath pasó a la banda diestra. Tárrega retornó al eje de la zaga y Rosa ocupó la plaza de un tocado Escudero. Moro, también con problemas físicos, se cayó de la convocatoria.

Pronto se de mostró que no hay nada mejor en el fútbol que jugadores actuando en sus puestos. Los equipos son más eficaces con extremos en la plaza de extremos y pronto se vio cómo Amath y Biuk obligaban a un sobreesfuerzo a  la zaga rojiblanca, que debía abrirse y solicitar ayudas de la medular para intentar detener las verticales y rápidas acometidas de los dos fichajes de invierno. 

No estuvieron solos. Por fin el entramado  de juego sin balón funcionó, con buena y solidaria presión alta que llevaba a ensuciar la salida de juego sportinguista y a recuperar rápido el cuero. El Pucela mordía.

La primera parte fue muy vistosa con alternativas en ambas porterías. Un cabezazo de Insua obligó a sacar una mano cercana al larguero a Masip. El Pucela contestó con sendos tiros al exterior de la red de Christian. El Sporting utilizó un nuevo turno con un disparo de Djuka, con Tárrega molestando, y un pase de gol de Otero al montenegrino. Rosa se cruzó para salvar un tanto cantado.

Y llegó el 0-1. Un magistral pase de Juric provocó que Amath recibiese ante Cote, al que hizo un nudo mediante un doble regate. Su tiro fue a gol, con fallo de Christian al pasar el balón entre su brazo derecho y su cuerpo.

El Pucela se vio a gusto vistiendo el traje del esfuerzo y lo intentó por medio de Amath, Meseguer (tiró sin ángulo con Sylla y Monchu desmarcados) y Biuk. El centro-chut de éste iba a gol y el arquero cubano sacó una mano salvadora.

La segunda mitad fue mas táctica pero con el mismo empuje e igual de disputada. Aparecieron menos ocasiones. Tras un tiro de Monchu cruzado con el que el poste olió el cuero del balón, llegó el empate. Un mal despeje de Tárrega dejó el balón franco para el centro de Mesa al área pequeña. El valenciano y Rosa, en su único pero grave error de un partido casi perfecto, permitieron que Cote, un lateral, embocara ante Masip, que no salió.

El tanto no atenazó a un Pucela mandón. Poco después Christian sacó un mano a mano a Meseguer (Iván es mediapunta, él no) y en la acción posterior Biuk envió la pelota al travesaño, con escaso ángulo.

Era el minuto 54 y no hubo nada reseñable hasta que en el 83 Kenedy envió un balón cercano al larguero desde la frontal. Ni Negredo ni Marcos André, que volvía tras larga lesión, pudieron rematar.

El viernes llega un Oviedo que parece un avión y la gran duda reside en saber cuál de las personalidades múltiples del Real Valladolid aflorará. A este equipo lo entiende mejor un psicólogo que un periodista.

 

FICHA TÉCNICA

Sporting:  Christian; Pier, Diego, Insua, Cote; Villalba (P. García, min. 84), Méndez (Martín, min. 84), Mesa (Varane, min. 61), Otero; Queipo (Hassan, min. 61) y Djuka (Esteban, min. 79).

 

Real Valladolid: Masip; Luis Pérez, Boyomo, Tárrega, Rosa; Biuk (Kenedy, min. 79), Monchu, Juric (Marcos André, min. 92), Amath; Meseguer (De la Hoz, min. 70) y Sylla (Negredo, min. 79).

 

Árbitro:  Galech Apezteguía.

Tarjetas amarillas: Djuka, Juric, Amath, Quieipo, Meseguer y Martín.

 

Tarjetas rojas: No hubo.

 

Goles:   0-1: Amath (min. 27). 1-1: Cote (min. 51).