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BALONCESTO / LEB-ORO

'Despertares' del Real Valladolid Baloncesto ante Cáceres

El UEMC Real Valladolid vuelva a ser él mismo recuperando la sonrisa a costa de un inocente y endeble Cáceres, que solo pudo plantar cara los dos primeros cuartos

N’Guessan lanza ante la oposición de Cepukaitis (12) y Bonilla (2) .RUBÉNDELAFUENTE / RVB

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El UEMC Real Valladolid se reencontró con la victoria, una victoria placentera para aplacar y cuanto menos curar esa especie de estado catatónico en el que, quizás, contra natura se ha visto envuelto en los últimos tiempos . Después de una semana complicada y ‘movidita’, con regresos (Torres), salidas por la puerta de atrás (Costa), confirmación de los peores presagios con la lesión de Royo y con cantos de sirena lanzados desde el poderoso estudiantes lanzando la caña sobre Devin Schmidt, el  Real Valladolid Baloncesto necesitaba, más que nunca, volver a ser él mismo, un equipo competitivo que demostrara de puertas hacia afuera hambre y deseo. Bastaba eso para doblegar la resistencia de un rival, Cáceres, con la soga al cuello y marcado como candidato al descenso.

EL MUNDO

En un día en el que el cine era protagonista en Valladolid por la celebración de los Premios Goya, una película , Despertares (1990; con Robert de Niro y Robin Williams) bien podría resumir la vuelta a la vida del UEMC Real Valladolid para olvidar esa negra racha de resultados que le ha llevado no solo a abrir la caja de las dudas sino a perder ese tren de cabeza en el que transitaba no hace mucho tiempo.

Y como no podía ser de otra manera el despertar del UEMC Real Valladolid coincidió, casualidad o no, con el regreso de Mike Torres. El base titular, tras ocho semanas en el dique seco, fue la levodopa, precursor de la dopamina, el medicamento que hizo reaccionar (ya veremos si temporalmente) a un UEMC Real Valladolid que aunque tardó muchos minutos en sentirse cómodo sobre el parquet, dos cuartos enteros, acabó  el partido como si hubiera sido un baño y masaje, con un parcial sangrante de 21-4 en el tercer cuarto, que sentenció al impotente Cáceres.

Cáceres sobrevivió mientras su rival blanquivioleta hizo novillos en el rebote defensivo. Sus segundas y terceras opciones le llevó a igualar un partido (23-23) con escopetas de feria en ambos equipos (3 de 16 y 2 de 13 en triples, respectivamente, al descanso). Fue la salida del tercer acto la que devolvió esa lógica a la que no pudo agarrarse el UEMC RVB en anteriores partidos.

Dominando por fin la pintura aprovechándose de la versatilidad de su juego interior, con cinco pívots repartièndose los minutos sin que bajara el ritmo y la precisión, el equipo de Paco García puso la directa al son que marcaban sus francotiradores, primero con Devin Schmidt y después con Kovacevic (16 puntos cada uno), en estado de gracia e infalibles en los unos contra  unos y en el lanzamiento exterior. 

Kabasele machaca el aro. RUBÉN DE LA FUENTE / RVB

Cáceres, impotente, poco pudo hacer. Nada. Los tiempos muertos intentando parar el partido tampoco aportaron. Al ex blanquivioleta Greg Gantt quizás le pudo la presión de querer agradar en su vuelta a Pisuerga y solo Atencia supo estar a la altura en un equipo previsible y de poco recorrido.

EL MUNDO

Con el partido roto y con el despertar también del público, el último cuarto se convirtió en un ida y vuelta  continuo con intercambio de canastas de ambos equipos en el que lógicamente salía beneficiado el equipo que ganaba por veinte puntos, un UEMC Real Valladolid que recupera la sonrisa (99-72).