Sergi Costa saldrá del Real Valladolid Baloncesto por la puerta de atrás

Marejada a fuerte marejada en el UEMC Real Valladolid Baloncesto. Era algo que se venía cociendo de hace tiempo, mucho tiempo. Sergi Costa no entró con buen pie en el equipo ni en el ideal de juego de Paco García. Desde la pretemporada, el base llamado a dar los relevos a Mike Torres, sobre el tapete uno de esos bases puros en extinción que llevan la manija del juego, no le entró por el ojo derecho a Paco García. Sí, desde los primeros partidos de pretemporada Costa estuvo señalado. No era lo que se buscaba. 

Las comparaciones son odiosas y la marcha de Pantzar, con un perfil totalmente distinto y posiblemente más semejante al de Mike Torres,  dejó visto para sentencia al base catalán. El club puso su confianza en él como segundo base pese a que su experiencia era casi nula (sus últimas campañas las jugó en plazas como Almansa o la LEB-Plata).

Hay jugadores que si se les aprieta reaccionan. Y hay otros, visto lo visto  como Costa, que si tensas la cuerda se acaba rompiendo. Y el ‘látigo’ de Paco García no ha sido bien digerido por un jugador con otros problemas personales añadidos.

Con una diana encima de su pecho, la lesión de Mike Torres  otorgó la oportunidad a Sergi Costa de dar un paso hacia adelante para cambiar el pensamiento exigente del entrenador. Pero ni con esas. La cuerda de la paciencia apenas aguantó y Paco García acabó por crucificarlo aún sin bases otorgando galones de ‘1’ a jugadores que no lo son como Puidet o Schmidt antes que a Costa.

La llegada del temporero  Zigmantavicius no hizo sino prender la mecha del incendio. Sergi Costa, relegado al ostracismo en San Sebastián (fue el único que no jugó), ve como el club le abre con descaro la puerta de salida. Se busca una rescisión pactada. Una salida, otra salida por la puerta de atrás en el UEMC Real Valladolid.