Real Valladolid Baloncesto: la cabra vuelve a tirar al monte

Que los árboles no te impidan ver el bosque. El UEMC Real Valladolid volvió a encajar una nueva derrota por culpa de su terrible intermitencia y por esas desconexiones fatales en un equipo que pretende pujar por el ascenso.

Y es que el conjunto blanquivioleta, quizás mas serio que nunca (al menos como visitante) llevaba el partido a las mil maravillas, por fin defendiendo y encomendado a sus francotiradores Kovacevic y Schmidt.

 

Prueba de ello es que el partido parecía totalmente encarrilado en el inicio del tercer cuarto cuando Gipuzkoa se vió obligado a solicitar tiempo muerto ante la sangría (34-51) en el marcador. Diecisiete puntos de ventaja que hacían pensar que el sacrificio de Mike Torres dejándole en casa podían incluso llevar a ganar una batalla que fue vendida como perdida de antemano por el propio entrenador basándose en la mera lógica.

Ni siquiera la condena del teórico base titular Costa (no jugó un solo segundo) ante la ausencia de Torres, creó dudas repartiéndose sus galones Zigmantavicius y el todoterreno Puidet. Mensaje para navegantes para analizar.

Nada más lejos de la realidad porque la cabra acabó tirando al monte. Apagón y moneda al aire. Así de simple. El equipo de Paco García se diluyó como un terrón de azúcar en el café para encajar un parcial más que sangrante de 31-8. Se pasó del cielo (34-51) al infierno (65-59) apenas diez minutos después. 

Lentitud de reflejos desde el banquillo, despertar de Barcello, casi ausente hasta el momento (pasó de 8  puntos en la primera mitad a 29 al final), para reabrir la caja de Pandora.

Aún así el UEMC Real Valladolid tuvo los arrestos para levantarse   de nuevo de la mano de Devin Schmidt , que se echó el equipo y la responsabilidad sobre sus espaldas en un final de infarto.  El escolta americano del UEMC salió al rescate junto a Kovacevic desde la línea de tres puntos en una fase de miedo y errores defensivos.

Con 80-81 tras dos tiros libres de Schmidt y 29 segundos por jugarse, Gipuzkoa, tras tiempo muerto, eligió sacar desde su campo. Rotación de balón y entrada de Oroz sin oposición. ¿Quién le defendía?.

15 segundos. Tiempo muerto de Paco García y último balón, como no podía ser de otra manera, para Schmidt Y... cuando el balón y el triunfo estaba en sus manos, los árbitros le señalaron falta en ataque. 3 segundos.

Decisión polémica y... técnica a Paco García. Barcello dio la puntilla desde el tiro libre (84-81) y la última acción del UEMC se  perdió también en un mal saque de banda.

El entrenador del UEMC Real Valladolid Baloncesto lamentó la ocasión perdida  y optó por no cargar tintas pese al final más que polémico. «Hemos dado todo lo que teníamos que dar. Es difícil pedir más. A día de hoy no creo que tengamos más», aseveró antes de hacer el análisis del partido y hablar entre alfileres de la última jugada. «Hoy (por ayer) nos volvemos con derrota y con un jugador menos con la lesión posiblemente de larga duración de Royo. Hemos llevado bien el partido. Quizás lo abrimos demasiado pronto. No quise gastar los tiempos muertos por si llegaba un final apretado. Hemos tenido el último balón y no hemos sabido o nos han dejado aprovecharlo», indicó.

Paco García reconoció la superioridad del rival en la pintura y lanzó un mensaje para navegantes. «Han sido muy superiores en el rebote pero me gustaría tirar los mismos tiros libres que el rival. Hoy 33 a 16».