FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Real Valladolid: victoria o tragedia
Paulo Pezzolano necesita que su equipo rompa su racha de tres derrotas consecutivas para no descolgarse de la zona alta y evitar jugársela ante el Racing / Escudero y Moro, posibles novedades
Igual no se lo cree, pero hoy hay partido de fútbol. Del Real Valladolid. Y de los importantes: nada menos que contra el Elche, otro recién descendido que busca su lugar en la zona de promoción, después de un pésimo comienzo.
Entre fichajes que no llegan o lo hacen a cuentagotas porque no hay gallina ni para comprar a un suplente de Segunda, traspasos a cámara lenta que se hacen oficiales cuando los jugadores ya entrenan con sus nuevos equipos, y una crisis de resultados con cinco derrotas en los seis últimos partidos oficiales, tres de ellas consecutivas, el personal se ha acordado casi tanto de los franjiverde como de la literatura kazaja.
Claro que quienes deben tener focalizado al cuadro ilicitano son los jugadores y el entrenador, no el aficionado, que calcula el crédito que le resta a Pezzolano, quien se la juega en estos dos próximos envites.
No le ayudan al míster declaraciones como la del viernes, en la que reconoce que Montiel, al que se dejará salir, podría ser el mejor con diez partidos, pero que Kenedy tiene que jugar, a ver si alguien pica y se lleva al jugador más caro de la plantilla. El brasileño cada vez recuerda más a Tutankamón. No por su condición faraónica sino porque en el campo se mueve como una momia.
La gran novedad de la lista del uruguayo es que entra Tárrega, por ahora único fichaje. No se sabe más porque el club ya hace mucho que no facilita las convocatorias para no dar pistas al rival... con el consabido éxito deportivo. El mismo que suponen los entrenamientos a puerta cerrada y tirar la Copa contra el Espanyol para centrarse en la Liga.
Como nada es eterno, ni lo bueno ni lo malo, es de esperar que el Pucela deje de pensar y actuar en modo mediocre y aborde el partido como una lucha sin cuartel, al estilo del Burgos hace una semana. Por supuesto, si cree en lo que hace, porque no es lo mismo respeto que adhesión. La bicicleta de Pezzolano no tiene cambios. La cosa es pedalear a piñón fijo, aunque sea hacia el abismo. Y si desde el banquillo no existe la capacidad de cambiar los partidos que nacen con colmillo retorcido, se suman los problemas.
El Real Valladolid debe afrontar el choque de Elche con la cabeza fría pero los ojos inyectados en sangre. Sin intensidad, anticipación, superioridad en balones divididos y un cuidado especial con las bandas, el triunfo deberá hacerse esperar una jornada más.
Para evitarlo el once castellano en el Martínez Valero puede presentar novedades. Escudero está llamado a retornar al lateral zurdo y el experimento de Anuar como extremo izquierdo debe volver al cajón, en beneficio de Moro , teóricamente recuperado. Eso sí, jugará Kenedy. Que para eso gana un pastón.