El UEMC RVB, muerto y casi resucitado

Todo acaba. Lo bueno y lo malo. El UEMC RVB puso fin a su racha de victorias (8), la mayor tras la de San Pablo (12) en su último partido como local en 2023. Un  año en el que sólo han ganado en el Pisuerga Andorra, ya de ACB, Coruña y... Melilla, último del triunvirato. Los blanquivioleta no tuvieron  su día y cayeron a causa de su endeble defensa en varias fases del encuentro, sus fallos de tiro y un arbitraje que, en caso de duda, miró hacia África.

Los de Paco García se retiraron con empate (33-33) al descanso pero el tercer cuarto sería letal para ellos. La relajación defensiva, unida al brazo mágico de Van Dyke, que comenzó a  hacer de las suyas, infligió un parcial de entrada de 0-9 para el 33-42. Los pucelanos llegaron a ir 15 puntos abajo pero se recuperaron a tiempo para que Schmidt, sobre la bocina, enviase un triple para empate y prórroga que se estrelló contra el aro.  

Los locales se habían confiado en ese maldito tercer cuarto después  de un inicio en el que la primera canasta del partido cayó pasados los tres minutos (0-2) y los pucelanos estrenaron marcador en el siguiente.

Pronto los de Paco García adquirieron ventaja, gracias a su sólida defensa y el desacierto en el tiro exterior melillense. Van Dyke llevaba 4 puntos y Alvarado y Hearst 3, con 2 de 7 en triples. Todo controlado.

El segundo cuarto fue el del despegue pucelano. Un parcial 8-0 con Kovacevic afinado en el perímetro  puso el 24-16. N’Guessan y Nwogbo funcionaban en la pintura, con importantes apariciones de Jaime Fernández. Los castellanos pusieron  su máxima ventaja del partido, con  nueve puntos de diferencia.

Pero Melilla reaccionó ante la pájara de la defensa local , muy lenta para bajar.  Un triple de Alvarado redondeó un parcial de 0-5. Con 27-23 se entró en los minutos finales. Puidet relevó a  Costa en la dirección pero el UEMC comenzó a espesarse demasiado, hasta ese empate en el ecuador del partido.

En el fatídico tercer cuarto llegó el desastre defensivo local y la maquinaria del perímetro melillense creció. Van Dyke entró en combustión para bombardear con 13 puntos a su rival en este tramo. Quien debía ser su némesis en este duelo de tiradores, Schmidt, se quedó con 0 canastas de dos, en sendos intentos , y sin tirar ningún triple. La pintura también fracasaba.

Melilla se fue 49-60 al último cuarto y con  la sensación de deberes hechos. Pero en esas surgió la rabia local, emergida bajo el aro. Tres canastas consecutivas de Belemene y N’Guessan (2) apretaron el marcador al 55-60. Después éste hizo la goma. Los tiros exteriores de Van Dyke y Varence lo alejaban (58-67) pero la recuperada defensa coriácea y mayor movilidad de balón en ataque propiciaron la reacción local,  siempre con la barrera de tres puntos de distancia. A falta de 30 segundos, el UEMC perdía 69-74. Un rosario de antideportivas y faltas pusieron el último balón en manos de Schmidt para el empate. El cuero pegó en el aro, al tiempo que se encendía el luminoso del tablero. No hubo prórroga, pero se dio la cara.

 

Ficha técnica:

73 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Sergi Costa (0), Devin Schmidt (19), Romaric Belemene (5), Sergio de la Fuente (7), Lotanna Nwogbo (7) -quinteto inicial-. También jugaron: Mike Torres (16), Juan García-Abril (3), Jaan Puidet (5), Iñigo Royo (0), Lucas N’Guessan (13), Juan Lambás (-), Maj Kovacevic (7) y Jaime Fernández (7).

76 – Melilla Ciudad del Deporte: Óscar Alvarado (7), Parker van Dyke (25), Andrija Marjanovic (3), Hasan Varence (11), Simeon Lepichev (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Héctor Figueroa (2), Guillermo Mulero (0), Javier Menéndez (4), Mario Delas (2), Zaid Hearst (12) y Marc-Eddy Norelia (2).

Parciales: 16-14, 17-19, 16-27 y 24-16 (73-76).

Árbitros: Rial Barreiro, Carpallo Miguélez y Alejo Sánchez.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la liga LEB Oro, disputado en el Polideportivo Pisuerga el miércoles 20 de diciembre de 2023 ante cerca de 2300 espectadores.