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FÚTBOL | REAL VALLADOLID-AMOREBIETA (EL ANÁLISIS)

Pezzolano, aferrado al valor de la estrategia

El Real Valladolid hace del balón parado una virtud, a diferencia de otras temporadas sin productividad, para remontar al Amorebieta.

Juric celebra el tanto ante el Amorebieta. / LALIGA

Publicado por
Daniel M. Arranz

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El balón parado da puntos. El Real Valladolid de Paulo Pezzolano lo vivió en sus propias carnes ante el Amorebieta. En las últimas temporadas era una faceta del juego defenestrada, con poco rédito en Zorrilla, pero los blanquivioleta han hecho de la necesidad una virtud y en partidos trabados y con poca presencia en área como contra el conjunto vasco, el balón parado dio los tres puntos. Se vio en el gol de Juric en un saque directo de Escudero desde el saque de banda, con el cabezazo a gol, y en la acción del 2-1 con el tanto de Isra Salazar. Por suerte hay entrenadores que siguen creyendo en ello y lo tienen presente en sus entrenamientos semanales, a sabiendas que una buena ejecución es sinónimo de victoria. 

Sí, el balón parado da puntos, y también te los quita. Los tres goles vinieron en acciones de esta índole, donde un error en el marcaje, o en el posicionamiento te condena. El valor de la estrategia se sigue estudiando en los cursos de entrenadores como un fenómeno que puede desequilibrar la balanza de tu lado. Y así fue. Un triunfo que rompe la tendencia negativa en Liga y Copa, con dos derrotas en unos días, y que impulsa al equipo antes de jugar ante el Villarreal B y el Racing de Ferrol en tres días. 

El Real Valladolid de los récords de José Luis Mendilibar, con el que se compara al actual, ganaba por decreto, muchos días sin brillantez, y de eso Pezzolano sabe mucho. Ante el Amorebieta el equipo no enamoró, pero ganó y eso a final de temporada tiene un valor importante mirando el cómputo global de la temporada, no de un partido aislado.  

La columna vertebral de un equipo se mide por rendimiento en posiciones clave. Ahí Jordi Masip, capitán y referente, salvó los muebles en varias ocasiones, en defensa Torres sigue consolidado y en el centro del campo Stanko Juric es un jugador diferencial. Ganó los duelos, mantuvo al equipo equilibrado e hizo gol. Un partido casi perfecto del centrocampista todoterreno. Faltaría un referente en punta al que oposita Salazar. Dos goles en apenas unos días, este último de gran valía demostrando que ha llegado a la élite del fútbol para quedarse. También Sergio Escudero rayó a gran nivel, siendo un jugador con una aportación extra siempre que está sobre el césped.

Zorrilla sigue siendo vital para el buen ritmo del equipo, pese a una floja entrada, 15.467 espectadores, en una tarde poco apacible. Los ascensos se consiguen en mayo, pero para llegar a la meta hace falta vivir tardes como la de ayer donde se debe ganar independientemente de las sensaciones, que no fueron buenas, sobre todo para el aficionado. 

Con Kenedy, aún sin sentenciar por la sanción de la Copa, estuvo espeso en la primera mitad, fue Raúl Moro el que se echó al equipo a la espalda con otro partido de mucho ritmo siendo un jugador desequilibrante como acostumbra. Son varios los nombres propios de un triunfo para valorar que engancha al equipo a ese segundo puesto y que le acerca al líder Leganés. Quedan dos etapas para cerrar el 2023, pero este Real Valladolid sigue en la grupeta buena justo antes de llegar al ecuador de la temporada.