FÚTBOL / REAL VALLADOLID
El referéndum por el escudo se celebrará en otras condiciones antes de final de año
Espinar colocó como único punto inamovible su celebración telemática, descartando la colocación de urnas en el estadio durante un partido
El Real Valladolid anuló su consulta popular sobre el escudo en las búlgaras condiciones en que lo había planteado y David Espinar dio una rueda de prensa para anunciar el porqué de la decisión tras el mayúsculo error inicial. La repercusión local y sobre todo nacional de un referéndum caciquil fue clave para la rectificación. Y eso que la consulta fue «muy estudiada» por muy diversos departamentos del club, según el dirigente.
El director del Gabinete de Presidencia desveló que habrá referéndum antes de final de año, pero no en las condiciones del propuesto inicialmente, al estilo de los de república bananera. «Todo se está replanteando. Esta contestación ha sido superior a la que hubo con el cambio del escudo».
Los términos de la consulta se están estudiando y es cierto que todos los planteamientos iniciales están sujetos a cambio: el tipo de mayoría, la pregunta al abonado... pero hay uno que el club considera inamovible: el voto telemático.
Curioso empecinamiento cuando ha sido y es práctica habitual en la elección de presidente para los clubes que no son sociedad anónima... y hasta en los de Tercera Regional. También para la consulta de otro tipo de decisiones, como cuando el Sporting planteó a su masa social si el pantalón del uniforme debía ser azul o blanco.
Espinar se enfadó visiblemente cuando se le hizo saber que en los comicios por esta vía es más fácil el fraude que con urnas de por medio. Descartó el control de las votaciones por parte de expertos informáticos neutrales. «La limpieza del escrutinio no hace falta que venga nadie a buscarla, porque es limpio. Aquí no se nos puede acusar de robar, por ejemplo. La cuestión telemática es la más rápida, transparente y eficiente».
«A las personas que no podían votar telemáticamente, el club les ha instalado un sistema de asesoramiento para que voten de forma telemática y, si no pueden, que vengan al club y les ayudamos a votar. Lo que ellos quieran, por supuesto. Todo aquel que quiera votar y no pueda hacerlo, va a votar», apostilló.
En el aspecto general, Espinar anunció el porqué de la marcha atrás. «Es evidente que cuando en el club se toma una decisión es porque se considera lo mejor para éste, no para desgraciar la vida de los abonados. Nos podemos equivocar y hay casos en que hemos rectificado. Éste es uno más», agregó.
La cantidad y nivel de las protestas se les ha ido de las manos: «Entendíamos que podía haber contestación, porque la salud de cualquier organización reside en la discrepancia. Podía haber debate y lo ha habido. Hemos tenido interacciones desde muy diversos ámbitos: abonados, aficionados, Federación de Peñas, algunos periodistas, empresarios de la ciudad, gente de fuera... y a raíz de ahí hemos tomado la determinación de replantearnos algunos procesos y toma de decisiones».
«Hay que seguir con este diálogo y profundizarlo aún más, partiendo de la base de que una idea pensada para generar paz no puede convertirse en algo totalmente bélico, lo opuesto a lo que perseguimos», remató.
Espinar confirmó que la consulta tendrá lugar en 2023. «Vamos a tomarnos un tiempo para recapacitar. No renunciamos a esta consulta popular. Se hará, y antes de final de año. Sí nos replantearemos algunos asuntos».
De los aproximadamente 4.000 abonados pendientes de inscribirse en el Portal Blanquivioleta quedan menos de la mitad. «En estos dos días ha habido 2.294 nuevos registros».
Es curioso que el recién creado consejo consultivo no fue consultado (como su nombre indica) para este menester, evitando la mala imagen nacional del club. «Lo estamos pasando por más colectivos, aparte de este consejo. Recomendó esta consulta pero cuando hablamos con él, el club no había tomado ninguna decisión». Lo que no aclaró es por qué no consultaron con él posteriormente los términos del referéndum.
También habló sobre el punto más antidemocrático de la consulta: no votar era igual que votar no. «Todo se está replanteando, estamos dándole otra vuelta. La cuestión más complicada ha sido la de los no votos, imagino que eso lo resolveremos».